El programa Raíces / Sustraiak, desarrollado por la Universidad Pública de Navarra (UPNA) en colaboración con el Gobierno de Navarra, ha dado a 44 estudiantes la oportunidad de hacer prácticas en municipios afectados por la despoblación. Este dato se ha dado a conocer durante la presentación, en la mañana de hoy, lunes 26 de febrero, de la cuarta edición del programa en la que han participado el consejero de Cohesión Territorial del Ejecutivo foral, Óscar Chivite Cornago; la vicerrectora de Estudiantes, Empleo y Emprendimiento de la UPNA, Cristina Bayona Sáenz, y la directora-gerente de Fundación UPNA, Iosune Pascual Azcárate, acompañados por el director general de Administración Local y Despoblación del citado departamento, Jesús Mari Rodríguez Gómez.
Autoridades, empresas y entidades y estudiantes, durante la presentación del programa Raíces / Sustraiak.
Durante la sesión, que ha contado con la asistencia de representantes de las entidades participantes en todas las ediciones previas y alumnado que ya ha finalizado sus prácticas, se han dado a conocer diferentes experiencias relacionadas con el programa y se ha abierto un turno de debate para intercambiar ideas acerca de él. La iniciativa ha contado con una inversión de 260.550 euros, cifra que aumentará hasta los 360.550 con el lanzamiento de la cuarta edición.
Los detalles del programa
A lo largo de las tres convocatorias ya lanzadas, los municipios que han acogido alumnado en prácticas han sido: Yesa, Villanueva de Arce / Hiriberri Artzibar, Mendaza, Arizala / Aritzala, Lumbier, Allo, Dicastillo, Irurozqui, Barbarin, Berbinzana, Sada, Bargota, Oskotz, Muez, Lizaso, Ochagavía / Otsagabia, Iraizoz, Sangüesa / Zangoza, Aberin, Urroz Villa, Artieda, Abárzuza, Irurtzun, Cárcar, Santacara, Torralba del Río, Jaurrieta, Ezcároz y Arteta.
El programa Raíces / Sustraiak busca fomentar el desarrollo local, lograr el arraigo de jóvenes a zonas rurales y generar en la sociedad conciencia del medio rural y de sus posibilidades. Además, se promueve la oportunidad de conocer los pueblos y el ámbito rural mediante un proceso de inmersión y que este alumnado proveniente de la universidad pueda barajar la opción de establecerse en dicho entorno una vez finalicen sus prácticas si lo considera oportuno.
Cabe destacar que estas prácticas van más allá de sus cuatro meses de duración, ya que en, muchos casos, permiten al alumnado permanecer en la entidad o encontrar una oportunidad laboral derivada de ese proceso de formación práctica. Del total de alumnos y alumnas becadas, doce han firmado un contrato laboral tras la finalización de la experiencia formativa, tanto en la propia entidad de las prácticas, como en otras de su sector.