De izda. a dcha., Juan María Sánchez Prieto, director de I-COMMUNITAS; Javier Espinosa, responsable del Laboratorio Social Ciudadano; Luis Campos Iturralde, decano del Colegio de Sociología y Politología de Navarra, y Ana Marta González, coordinadora científica del ICS
La Universidad Pública de Navarra (UPNA) participa, a través de su Instituto de Investigación Social Avanzada (I-COMMUNITAS), en la creación del Laboratorio Ciudadano Social de Navarra, herramienta metodológica colaborativa para analizar la realidad social de la Comunidad foral. El instrumento está promovido por el Colegio de Sociología y Politología de Navarra y en él colabora también el Instituto Cultura y Sociedad (ICS) de la Universidad de Navarra. La iniciativa cuenta, además, con el apoyo de Gobierno de Navarra.
El proyecto colaborativo culminará los días 5 y 6 de junio, en los que varios grupos de personas con características muy diversas trabajarán de manera conjunta con el objetivo de desarrollar proyectos que faciliten soluciones a temáticas sociales de interés para Navarra, que serán previamente seleccionadas. Las bases para presentar proyectos que luego puedan ser discutidos pueden encontrarse en el sitio web del Colegio de Sociología y Politología de Navarra.
El Laboratorio Social se ha dado a conocer hoy por Luis Campos Iturralde, decano del Colegio de Sociología y Politología de Navarra; Javier Espinosa, responsable del Laboratorio Social Ciudadano; Juan María Sánchez Prieto, director de I-COMMUNITAS; y Ana Marta González, coordinadora científica del ICS. Según ha explicado Luis Campos, el Laboratorio “busca crear un espacio de participación y de inteligencia colaborativa en el que se trabajen y prototipen metodologías, proyectos, etc. que intenten dar soluciones a problemas sociales, o a parte de estos, que actualmente tienen incidencia en la sociedad navarra contemporánea”.
Por su parte, Javier Espinosa ha comentado que el principal cometido de la iniciativa consiste en “poner de relieve la necesidad e importancia de abordar los problemas y sus múltiples soluciones desde la ruptura tradicional de las disciplinas, proponiendo un hackeo de las formas de trabajo a través del contacto y la puesta en común del trabajo multidisciplinar como fuente de desarrollo y la colaboración como proceso fundamental”.
El conocimiento y el progreso
En su intervención, el director de I-COMMUNITAS ha hecho hincapié en que “el progreso del conocimiento no puede quedar encerrado en la torre de marfil de la academia, ha de influir en la transformación de las políticas públicas y de las mismas instituciones sociales y políticas con objeto de dar respuesta adecuada a los problemas colectivos y a las diferentes necesidades de las personas, garantizando su dignidad humana”.
Por último, la coordinadora científica del ICS ha apuntado que la investigación en ciencias sociales “no trata de objetos que no pueden hablar, sino de personas, que tienen voz propia. Por eso, ha de moverse siempre entre la reflexividad y la escucha. Al tiempo que profundiza en los debates científicos contemporáneos, la investigación social debe procurar vías de diálogo con la ciudadanía y los agentes sociales”.