Joan eduki nagusira

zoom La divulgadora científica Almudena M. Castro, durante su conferencia en el Planetario de Pamplona.

La divulgadora científica Almudena M. Castro, durante su conferencia en el Planetario de Pamplona.

La historia de la música occidental se puede considerar como “un viaje de la consonancia a la disonancia”, dos conceptos que se explican desde la física y las matemáticas, tal como afirmó el pasado viernes, 14 de octubre, en el Planetario de Pamplona la divulgadora científica Almudena M. Castro. Su conferencia, titulada “Cuando la música era ciencia”, forma parte del ciclo “Arte, Ciencia y Tecnología: miradas diferentes a una misma realidad”, organizado por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), en colaboración con el Planetario y con ayuda de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT).

La conferenciante, que es licenciada en Bellas Artes y está terminando sus estudios de Física, explicó que la música, durante veinte siglos (desde la antigua Grecia hasta la Edad Moderna), se consideró una ciencia antes que un arte. “La música ocupaba un lugar central del pensamiento de los griegos —señaló—. Ellos creían que, con la música, podían hacer perceptible el mundo ideal y perfecto de las matemáticas. De hecho, creían que la música estaba en la frontera entre la aritmética y la geometría”.

De hecho, según Almudena M. Castro, los griegos, para comprobar la validez de sus teorías matemáticas, utilizaban cuerdas, que medían. “Cuando esas cuerdas estaban proporcionadas por números enteros sencillos, es decir, cantidades propias de la aritmética, entonces resultaban armoniosas o consonantes; si las cuerdas estaban proporcionadas por números imperfectos, aquellos con muchos decimales, propios de la geometría, las cuerdas disonaban, resultaban desagradables entre sí”, relató.

Esta teoría tenía consecuencias, por ejemplo, en la astronomía. “Los griegos pensaban que, para que el universo fuese bello y un todo perfecto, es decir, cosmos, debía poder ser explicado aritméticamente por medio de números —indicó Almudena M. Castro, que ha cursado estudios de Grado Superior de Piano—. Esta idea procede directamente de la música: de la consonancia, relacionada con números enteros; y de la disonancia, vinculada con números irracionales”.

El vínculo entre música y matemáticas, tal como lo entendían los griegos, tiene su fundamento en la física, que explica cómo se producen los sonidos o cómo los percibimos los humanos. “Los sonidos consonantes y disonantes se explican por la física y, durante siglos, fueron estudiados por la música. Además, afectaron profundamente a la historia de la música, que se puede recorrer a través de los armónicos de un sonido. Básicamente, desde Grecia hasta las vanguardias del siglo XX, se ha transitado desde la consonancia hasta la disonancia”, concluyó.

La grabación de esta tercera conferencia del ciclo “Arte, Ciencia y Tecnología” está disponible en el canal de la UPNA en YouTube.

Última conferencia del ciclo

El ciclo “Arte, Ciencia y Tecnología: miradas diferentes a una misma realidad” concluirá por este año el próximo jueves, 20 de octubre, con Xavier Duran, químico, periodista científico y escritor. Este experto tratará, a partir de las 19.30 horas en el Planetario de Pamplona, sobre “Literatura y ciencia: dos planetas con órbitas que se cruzan”.

Este ciclo, organizado por el Vicerrectorado de Investigación y la Unidad de Cultura Científica (UCC) de la UPNA en colaboración con el Planetario de Pamplona y financiado por la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT) – Ministerio de Economía y Competitividad, busca ofrecer una visión integrada de la creación artística y de la investigación científica mediante el diálogo ciencia-tecnología y humanidades-arte.