El ciclo “Conversaciones 25 Solasaldiak”, organizado por la Universidad Pública de Navarra en colaboración con el Parlamento de Navarra, reunió ayer a expertos en economía de la salud y gestión sanitaria que, ante medio centenar de personas, ofrecieron un panorama del actual sistema sanitario, sus éxitos y sus ineficiencias. Entre los temas que abordaron, la defensa del sistema nacional de salud como una de las mayores aportaciones a la igualdad de oportunidades, la necesidad de contar con los profesionales del sector en cualquier tipo de reforma del sistema que se quiera realizar y la existencia de ineficiencias que deberían evitarse para reducir el gasto sanitario.
La mesa redonda llevaba por título “¿Es sostenible nuestro sistema sanitario?”, pregunta que el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Pública de Navarra, Juan Manuel Cabasés Hita, sustituyó por otra: ¿qué hay que hacer para que el sistema sanitario sea sostenible? Junto a él participaron en la conversación Beatriz González López-Valcárcel, catedrática de Métodos Cuantitativos en Economía en la Universidad de las Palmas de Gran Canaria, y Jesús María Fernández, viceconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco.
Los ponentes coincidieron en que nuestro sistema nacional de salud (SNS) es uno de los mejor considerados del mundo, “pero no lo exhibimos, no nos sentimos suficientemente propietarios de ello”, indicó Beatriz González. Según Jesús María Fernández, en términos generales “es un sistema integrado, no hay duplicidades, es eficiente, tiene un fuerte componente de atención primaria y es un sistema bien planeado”. No obstante, señaló también que “es un sistema infrafinanciado —en términos comparativos, el gasto sanitario público en España en 2010 fue casi la mitad que en Holanda— y ha dado lugar a los 15.000 millones de deuda que en 2011 se debía a la industria farmacéutica y a los proveedores, más lo que se generará en 2012”.
Reducción del gasto y copago
Entre los muchos aspectos abordados, Juan Manuel Cabasés se refirió a las holguras de ineficiencia en el sistema, que deberían corregirse para reducir el gasto sanitario. A modo de ejemplo, se preguntó por qué las miles de revisiones médicas que se realizan anualmente en empresas y entidades no se incorporan en las historias clínicas de los pacientes. En ese aspecto coincidieron también Jesús María Fernández y Beatriz González, quien señaló cómo “en Estados Unidos y Reino Unido el sistema de salud, en coordinación con los profesionales, propone cómo hacer las cosas de manera mejor, recomienda qué hacer y qué no hacer”.
“Cualquier reforma sanitaria no se va a poder hacer si no es con los médicos y otros profesionales del sector —señaló Cabasés—. Tenemos profesionales que no se sienten partícipes de los cambios y es necesario también repensar cuestiones como los incentivos y los regímenes laborales”. En ese sentido, el viceconsejero de Sanidad presentó algunas de las acciones que, siempre en colaboración con los profesionales, podrían ponerse en práctica. Así, se refirió a algunas de las medidas adoptadas en Osakidetza durante los últimos cuatro años y que han permitido reducir el gasto sanitario en 1.000 millones de euros: “Se ha aumentado un 10% las intervenciones quirúrgicas en el sistema público y han descendido un 70% las intervenciones concertadas derivadas a clínicas privadas; se ha reducido un 20% el número de puestos directivos y, por ejemplo, se ha disminuido en 2 millones de euros el gasto gracias a la digitalización de imágenes médicas”.
Beatriz González, que al inicio de su intervención había aludido a “la existencia de amenazas y cargas de profundidad para cargarse el sistema sanitario”, mostró cierto alivio tras escuchar al viceconsejero del Gobierno Vasco, pero “sigo estando extremadamente preocupada con los vientos de privatización que viene en este país, por ejemplo a través de la concertación”.
En cuanto a la instauración del copago sanitario, que Osakidetza decidió no aplicar, el viceconsejero manifestó que “se trata de una medida disuasoria, pero disuasoria de los más enfermos y de los que menos recursos tienen”. Por su parte, Beatriz González compartió la idea y, como mal menor, admitió que “puesto que se ha decidido de haya copago, no es tan mala idea que al menos esté regulado por niveles de renta”.
Por último, los ponentes insistieron en repensar la gestión del SNS y hacer partícipes a todos los profesionales del sector sanitario. En palabras de Cabasés, y en referencia al elevado número de médicos y el reducido número de enfermeras por cada mil habitantes que existe en España en comparación con otros países, “creo que no se está dando el papel que corresponde a cada profesión”.