Joan eduki nagusira

zoom Representantes de VW Navarra y de la UPNA posan junto al coche y motor donados a la Universidad

Representantes de VW Navarra y de la UPNA posan junto al coche y motor donados a la Universidad

Volkswagen Navarra ha donado a la Universidad Pública de Navarra un Volkswagen Polo GTI y un motor adicional para que investigadores de la universidad puedan adaptarlo y conseguir que funcione impulsado por hidrógeno, un gas que está llamado a ser uno de los protagonistas del futuro modelo energético. El acto contó con las intervenciones del rector de la Universidad, Julio Lafuente, y del director general de VW Navarra, Patrick Danau, y la asistencia de diversos representantes de Volkswagen, el vicerrector de Investigación, Alfonso Carlosena, y miembros del Grupo Hidrógeno de la Universidad.

Danau hizo hincapié en el interés de VW por la investigación en alternativas eficaces que contribuyan a la sostenibilidad medioambiental. Recordó que desde el año 2007 el Grupo Hidrógeno de la UPNA trabaja en el desarrollo de motores alimentados con hidrógeno, para lo que han contado con donación de diversos materiales por parte de la empresa alemana. Además, VW Navarra también consolida esa relación en el ámbito académico mediante la contratación de becarios en distintas promociones.

Por su parte, el rector Lafuente destacó que esta colaboración con VW navarra es un ejemplo de que la universidad realiza investigación aplicada y de que su trabajo tiene implicaciones en la vida diaria. Asimismo, agradeció la colaboración que las dos entidades vienen manteniendo desde hace años y mostró su deseo de que pueda seguir incrementándose en el futuro.

La donación permitirá al grupo de investigación liderado por el profesor Pedro Dieguez desarrollar su trabajo en dos fases: En primer lugar, trabajarán con el motor en el banco de pruebas, donde pueden realizar ensayos, mediciones, readaptaciones, etc. Una vez que consigan hacer funcionar el motor con hidrógeno, aplicarán los mismos ajustes al motor del propio vehículo. “En esta segunda fase —explicó Dieguez— la mayor dificultad es que hay que integrar los dos sistemas de control: el control electrónico del motor de hidrógeno y el resto de señales y controles del vehículo”.

En 2010 el Grupo de Hidrógeno logró adaptar un Volkswagen Polo para que su motor funcionara con hidrógeno y/o gasolina. El cambio ahora es en lugar de un motor atmosférico se trabaja con un motor mucho más complejo, por su sobrealimentación, con un compresor volumétrico y un turbo. Cualitativamente, la diferencia es que con el sobrealimentado prácticamente se duplica la potencia del motor.