El Palacio del Condestable acogió los días 17 y 18 de julio el curso “Europa, entre la crisis y la transformación”, actividad del programa de los XII Cursos de Verano de las Universidades Navarras que estuvo organizada por la Universidad Pública de Navarra y la Cátedra Jean Monnet de la Unión Europea. Dirigido por José Luis Iriarte Ángel, catedrático de Derecho Internacional Privado de la Universidad Pública de Navarra y titular de la Cátedra Jean Monnet, la primera de las conferencias fue protagonizada por José Martín y Pérez de Nanclares, catedrático de Derecho Internacional Público de la Universidad de Salamanca y jefe de la Asesoría Jurídica Internacional del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación. Bajo el título “España en la Unión Europea en un momento de crisis”, Martín y Pérez de Nanclares analizó el pasado, presente y futuro de la UE remarcando que lo hacía desde su condición de catedrático.
Sus primeras palabras fueron para adelantar que iba “a dejar en el aire más preguntas que respuestas”. “Estamos viviendo una situación muy delicada en la que se multiplican las dudas, así que, por lo menos, trataremos de tener elementos de análisis que nos permitan entender el momento para poder afrontarlo de una forma razonablemente positiva”, afirmó. Eso sí, tras su exposición, el catedrático dejó claro un mensaje: “En el momento en el que pase esta crisis, nada en la Unión Europea será igual. Nos tenemos que plantear qué tipo de UE queremos. Yo me inclino por el tópico de ‘más Europa’, una Europa claramente federal con un modelo de más integración política y económica”.
El experto recordó, en primer lugar, la adhesión de España en 1986 y las condiciones necesarias para entrar a formar parte de la Unión destacando su “método jurídico peculiar” con un carácter “abierto y flexible”, que hará que el 1 de julio de 2013 sume 28 Estados miembros con la incorporación de Croacia. “Desde mi punto de vista, y a pesar de todos los claroscuros que podamos hallar, la Unión Europea es la historia de un éxito, de un éxito jurídico, político y también, en términos generales, de un éxito económico”, apuntó. “Del todo mal no se habrán hecho las cosas desde la perspectiva económica cuando, bajo los escombros de la II Guerra Mundial, se construyó la primera potencia comercial con un modelo social que, al menos hasta hace bien poco, era conocido como Estado del bienestar”, añadió. Asimismo, al tiempo que recordó que la UE ha ido ampliando sus competencias con el paso de los años, resaltó que no “se debe pasar por alto que el espacio europeo continúa siendo el baluarte de protección de los derechos fundamentales”.
Sin embargo, tras alabar “la construcción modélica de la Unión Europea”, Martín y Pérez de Nanclares también admitió que “se han cometido errores”. “Por primera vez, tras la conclusión de la II Guerra Mundial, es algo más que una hipótesis de laboratorio que pueda desaparecer la UE, que pueda quebrarse el euro o que exista una vuelta atrás”, aseguró.
Posibles errores
Para el experto, una de las raíces de los problemas actuales puede encontrarse en “la mala digestión realizada por la UE desde el punto de vista político de las diferentes adhesiones de Estados miembros, especialmente a partir del año 2000 y que, además, han introducido un elemento creciente de heterogeneidad”. “Falta un modelo único y esta circunstancia debería haber sido denunciada más claramente en el pasado”, argumentó. Asimismo, indicó que, desde la perspectiva del entramado institucional, “resulta evidente que algo se ha hecho mal cuando las instituciones no son capaces de reaccionar adecuadamente a los retos actuales”.
Por otro lado, y a pesar de su confesa condición de “germanófilo”, afirmó que “la caída del muro de Berlín supuso un paso político importantísimo, al tiempo que la consecuencia de que Alemania haya recobrado tal entidad dentro de la UE que ha hecho que se recrudezca el equilibrio de pesos y contrapesos en su seno”, reflexionó.
Situación actual
Para el ponente de la primera conferencia del curso, “el modelo de la UE está cambiando a pasos agigantados y el de España también”. “No hace falta asistir a los grupos de trabajo del Consejo para entender que existe un riesgo de fractura y varias uniones europeas dentro de la propia UE, e incluso dos zonas euro”, afirmó.
Señaló que la Unión Europea “está haciendo muchas cosas desde el punto de vista jurídico y político para ayudar a España”. Se refirió, asimismo, a la próxima entrada en vigor de un mecanismo de estabilidad permanente “en el que se ancla buena parte de las ayudas y condiciones para quien tenga dudas respecto a que, cuando se entra en un rescate, hay condiciones”, y apuntó también la aprobación de un “tratado de estabilidad, coordinación y gobernanza por si también alguien tiene dudas de qué sucede si se incumplen las obligaciones”.
¿Qué debería pasar para que la arquitectura institucional de la UE pueda afrontar los retos que se le presentan de una manera más eficaz? Con la formulación de esta pregunta, José Martín y Pérez de Nanclares concluyó su exposición ofreciendo una serie de ideas. “La UE debería repensar su sistema desde las tres perspectivas clásicas de legitimidad, eficacia y transparencia”, afirmó. “El aspecto de la legitimidad, que siempre ha preocupado, está razonablemente resuelto y considero que no necesita mayores adaptaciones. El principal elemento de reforma debería ser la eficacia. La UE carece de instrumentos suficientes para actuar en el exterior y tendría que reforzar también la dimensión interna. Se ha construido un sistema un poco lento, complejo y pesado que impide adoptar medidas en un tiempo razonable. Asimismo, se debe resolver la dialéctica entre una deriva intergubernamental, clara en estos momentos, o supranacional. Hay Estados que tienen un poder excesivo y condicionan las decisiones de las instituciones de la Unión. Evidentemente, si alguien piensa que Alemania va a tener el mismo poder que Chipre o Malta, es un iluso, pero, entre esa realidad política y la situación en la que nos encontramos, debería hallarse un punto medio más razonable”, expuso. Por último, abogó por la ruptura del “mito de la unanimidad, ya que una unanimidad a 28 bloquea el procedimiento decisorio”.
“Es necesario transmitir un mensaje positivo, pero también crítico. En un momento como el que estamos viviendo, la Unión Europa no puede quedarse en el cortoplacismo, sino mirar hacia el futuro planteándose qué tipo de Europa quiere y manteniendo la integración a través del derecho como su leit motiv”, concluyó.
Otros contenidos del curso
La primera jornada del curso se completó con las conferencias “¿Desunidos por una moneda común? ¿Reunidos por un proyecto compartido?” y “Los aspectos de defensa en la construcción de Europa”, mientras que el segundo día se programaron tres citas bajo los títulos “La puesta en marcha de la diplomacia europea: un primer balance a los dos años”, “La crisis de la UE vista desde una perspectiva mundial” y “Las nuevas fronteras del espacio de libertad, seguridad y justicia”. José Luis Iriarte Ángel, director del curso, incidió en su presentación en la conveniencia de “analizar un asunto de gran actualidad”. “Estamos atravesando una situación de crisis, pero las crisis son también momentos de oportunidades”, subrayó.