Los alumnos de Ingeniería Informática de la Universidad Pública de Navarra Iñaki Iralde y Benoìt Bossavit, junto con el profesor titular de lenguajes y sistemas informáticos Alfredo Pina, han desarrollado una aplicación basada en el sistema kinect que ha dado lugar a la obra “Otra mirada”, incluida en la exposición artística de Isabel Sánchez Gil que hasta el próximo 10 de junio se expone en el Polvorín de la Ciudadela.
Esta colaboración entre arte y tecnología partió del trabajo conjunto que Isabel Sánchez, como educadora y fundadora de la sección de autismo de Anfas, y el profesor Alfredo Pina vienen realizando en el proyecto europeo Alfa Gaviota. Este proyecto, en el que participan investigadores de doce universidades latinoamericanas y europeas, tiene como finalidad desarrollar tecnología aplicada a la realidad virtual, realidad aumentada e interacción avanzada. “Nosotros —explica Pina— nos hemos centrado en desarrollar aplicaciones para el espectro autista. En ese sentido, estamos trabajando con Kinect, el dispositivo para videojuegos que permite interaccionar con un programa informático a través del cuerpo, sin necesidad de tener contacto físico”.
Alfredo Pina (izda) y Benoìt Bossavit flanquean a Iñaki Iralde, conectado desde Londres a través del ordenador
La obra “Otra mirada” recupera extractos del resto de obras presentes en la exposición “Cuando el umbral diferencial no es visible” y las ofrece a la mirada del espectador. Desde un espacio de luz proyectado sobre el propio muro, el espectador se encuentra con su silueta, detectada por la herramienta tecnológica que permite la interactuación al reconocer posturas, movimiento de las manos y objetos. “Isabel postula que cada persona tiene una forma específica de ver su obra y quería ofrecer al espectador ese poder de manipularla”, indica el profesor.
En el marco del proyecto Alfa Gaviota, Iñaki Iralde, estudiante de quinto de informática y actualmente viviendo en Londres, realizó su Proyecto Fin de Carrera creando una aplicación basada en Kinect. “Lo más difícil fue que para mí era todo nuevo porque no conocía el mundo Kinect y tuve que aprender su funcionamiento y las características de su propio lenguaje”, explica. El dispositivo original cuenta con un kit de implementación que permite desarrollar otros programas. A partir de ahí, Iralde adecuó la herramienta y Benoìt Bossavit se ha encargado del acabado de la aplicación y de la puesta a punto del montaje.