La Universidad Pública de Navarra acaba de publicar el libro “La Confederación liberal de la Montaña de Navarra (1836-1837)”, del catedrático de Historia Contemporánea y profesor honorario de la citada universidad Ángel García-Sanz Marcotegui. Con esta obra el autor, quiere contribuir a una interpretación más correcta de las guerras carlistas en Navarra, romper con la imagen de los liberales como ajenos a ella y a la par reparar «la memoria liberal», hoy desvanecida. El libro, de 192 páginas, tiene un precio de 15 € euros en su versión papel y de 9 € en formato electrónico.
Su primer capítulo trata brevemente de la demografía, la sociedad y la política del Pirineo oriental navarro en la primera mitad del siglo XIX. El segundo se centra en los levantamientos anticarlistas registrados en esa comarca durante la guerra de los Siete Años, uno fallido en 1834 y otro que se consolidó en 1836-1837, cuando los valles de Aezkoa, Roncal y Salazar agruparon en «la Confederación liberal de la Montaña de Navarra». Se describen las vicisitudes del “país confederado” y cómo influyó en él la desigual presencia en el tiempo de tropas regulares de ambos bandos.
Tal y como indica el autor, estos valles, entonces vascófonos, actuaron en la línea de que para combatir a los carlistas era necesario «contrarrevolucionar la Navarra contra la Navarra». Para ello crearon juntas de armamento y defensa y pusieron sobre las armas a más 2.000 hombres, dirigidos por militares profesionales paisanos suyos, habituados a la guerra de guerrillas, que conocían el territorio y estaban dispuestos a defenderlo de los carlistas.
El apoyo de la población de los tres valles y de Valcarlos al alzamiento anticarlista fue bastante generalizado y sus autoridades hicieron gala de su compromiso con el bando de la reina, la Constitución, “las libertades patrias” y “la causa nacional”.
En el tercer capítulo se detalla la ocupación de los “valles pronunciados “y su desarme a finales de 1837 para mostrar el difícil trance por el que atravesaron entonces sus habitantes. Se ofrece también información acerca de cómo la impronta liberal de estos valles, sobre todo del de Aezkoa, dio lugar a un singular microclima socio-político que pervivió hasta la guerra civil de 1936-1939, lo que corrobora la necesidad de matizar la presunta absoluta hegemonía del carlismo en Navarra en el espacio y el tiempo .
El estudio se completa con un apéndice biográfico que recoge las semblanzas de unas decenas de militares profesionales, paisanos movilizados y curas de la comarca que destacaron por su adscripción al liberalismo.
El autor reconoce que “todo lo referido plantea interrogantes cuya respuesta ayudaría a desvelar el alcance del desigual alineamiento de las distintas comarcas de Navarra en las guerras carlistas y, fundamentalmente, las razones que lo explican”.
Ángel García-Sanz Marcotegui es en la actualidad profesor honorario de la Universidad Pública de Navarra. Entre sus últimos libros se encuentran “Liberales navarros en la primera guerra carlista. Los cuerpos francos y el motín de 1837” (2014) y “Liberales navarros a través de sus textos (1821-1823)” (2018).