Amaya Villanueva Lumbreras, enfermera de geriatría, ha investigado en su tesis doctoral las experiencias vitales de los cuidadores informales de personas ancianas dependientes. La principal aportación de su trabajo es haber identificado un perfil emergente de cuidador informal que, según explica, “no es el protagonista principal en la provisión de cuidados a la persona dependiente, sino que actúa en coordinación con los servicios sociales y sanitarios, además de con otros miembros de su propia familia”. Esto favorece cada vez más un modelo de cuidados combinados donde “el cuidado formal y el informal se unen de manera más equitativa para cuidar al dependiente”.
Su tesis doctoral “Calidad de vida en el cuidador informal de ancianos dependientes”, dirigida por la profesora de la Facultad de Ciencias de la Salud la Dra. Rosa García Orellán y por la Dra. Sara Hidalgo García de la Universidad del País Vasco, ha obtenido la calificación de sobresaliente. El ámbito de su análisis fue un centro de día para ancianos dependientes, donde pudo realizar la recogida de datos mediante observaciones y entrevistas a los cuidadores familiares y profesionales involucrados en el cuidado.
De la muestra analizada, concluye que el perfil del cuidador se caracteriza por ser “mayoritariamente femenino, con un alto nivel de estudios, que compagina el cuidado de su familiar con el desarrollo de su labor profesional y busca ayuda formal para mantener el cuidado del dependiente el máximo tiempo posible en su hogar”.
Además, Amaya Villanueva recalca que “hemos identificado a estos cuidadores informales como una comunidad emocional, ya que actúa en base a sus emociones, que están condicionadas por el contexto social y cultural en el que vivimos”. Así, señala que “los cuidadores informales cuidan por amor y solidaridad a sus familiares dependientes, aunque durante la tarea del cuidado surgen en ellos con frecuencia emociones de carácter negativo: el sentimiento de culpa, el sufrimiento, la frustración, el miedo y la soledad son los sentimientos más habituales con los que tienen que lidiar habitualmente los cuidadores”.
Por otro lado, aunque el trabajo constata la existencia de un sistema nacional de atención a la dependencia que proporciona recursos y ayudas a las personas dependientes y a sus cuidadores informales, “nuestra población analizada no percibe una cobertura suficiente de dicho sistema, puesto que no llega a cubrir sus necesidades y demandas. Es decir, están concienciados con la idea de recibir ayuda por parte de recursos externos, pero la realidad es que no siempre acceden a ellos y se ven desbordados al intentar mantener el cuidado de la persona dependiente”.
Amaya Villanueva Lumbreras obtuvo la diplomatura en Enfermería por la Universidad de Navarra en 2006 y realizó posteriormente un máster en Investigación de enfermería en la misma universidad. Trabajó como enfermera en oncología hasta 2008. Desde 2009 desarrolla su actividad profesional como enfermera de geriatría en el centro psicogeriátrico Landazabal. Ha publicado varios artículos de investigación y comunicaciones en congresos de ámbito nacional e internacional.