El profesor de la Universidad Pública de Navarra Ángel García-Sanz Marcotegui ha presentado el trabajo “La Confederación liberal de la Montaña (1836-1837). Valles navarros vascófonos por la causa nacional”, en un reciente simposio sobre los factores de nacionalización en la sociedad española contemporánea, organizado en Vitoria-Gasteiz por el Instituto de Historia Social Valentín de Foronda de la Universidad del País Vasco.
En este estudio, el profesor García-Sanz trata de la relativa importancia, incluso militar, de los isabelinos (llegaron a movilizar varios miles de hombres) durante la primera guerra carlista, y pone de relieve que los valles pirenaicos (Aézcoa, Salazar, Roncal) y Valcarlos se pronunciaron y armaron en contra del dominio legitimista, y fueron, aunque con diferencias entre ellos, “importantes pilares de la causa isabelina”,
En este sentido, aporta información sobre los levantamientos de los liberales en esta comarca, sobre todo en 1836, cuando se creó “la Confederación liberal de la Montaña”. El trabajo da a conocer quiénes fueron los pronunciados (notables secundados por la mayoría de la población, incluidos los curas), el plan de la sublevación, la formación de juntas de armamento, sus servicios, etcétera. Por otro lado, hace especial hincapié en su compromiso con la causa isabelina y por ende en que la primera guerra carlista fue un factor de primer orden para que dichos valles siguiesen los parámetros propios del patriotismo liberal al movilizarse en pro de “la causa nacional” y “las libertades patrias”.
A juicio del profesor García-Sanz, la implicación, directa o indirecta, consciente o inconsciente, de los habitantes del Pirineo navarro en el proceso de construcción nacional tiene especial significación. “En efecto, estos valles fueron el mejor exponente de que para combatir a los carlistas era necesario «contrarrevolucionar la Navarra contra la Navarra», organizando fuerzas armadas propias y dirigidas por militares habituados a la guerra de guerrillas, también navarros, que conociesen la lengua vasca y el territorio y lo defendiesen de la invasión de gentes foráneas”.