Una estudiante de la Universidad Pública de Navarra, Itziar Berruezo Juandeaburre (Aria, valle de Aezkoa, Navarra, 1988), ha desarrollado un “software” o programa informático que permite analizar los datos de viento procedentes de varias estaciones meteorológicas situadas en Cisjordania (Palestina). Este trabajo, llevado a cabo durante seis meses en el Energy Research Center de la Universidad An-Najah en Nablus (Palestina), es el proyecto fin de carrera que le ha servido para titularse como ingeniera de Telecomunicación.
El programa informático desarrollado permite “evaluar la calidad de los datos de viento recogidos y detectar aquellos erróneos que deterioran la calidad de la serie, para que dichas series de datos sean una representación de la realidad lo más ajustada posible”, según explica Itziar Berruezo. Además, “una vez llevado a cabo este proceso –continúa esta ingeniera de Telecomunicación-, se puede obtener información general del viento (parámetros estadísticos, rosas de los vientos, anemogramas u otros gráficos de su evolución...) por medio de métodos estadísticos con el fin de tratar de caracterizarlo en ese lugar”. Este proyecto fin de carrera, que ha sido calificado con una nota de 10 (sobresaliente), ha sido dirigido por Almudena García Gorostiaga, profesora del Departamento de Proyecto e Ingeniería Rural.
La estancia de seis meses de Itziar Berruezo en la Universidad An-Najah de Palestina ha sido posible gracias a un programa de movilidad propio de la Universidad Pública de Navarra, llamado Formación Solidaria, por el que los universitarios participantes se desplazan a países del sur a realizar prácticas o el proyecto fin de carrera.
Dependencia energética palestina
El trabajo de Itziar Berruezo se enmarca dentro del proyecto que el Grupo de Investigación de Proyectos, Ingeniería Rural y Energías Renovables la Universidad Pública de Navarra está impulsando para determinar si es viable la implantación en Cisjordania de una red de aprovechamiento eólico. Este proyecto ha sido subvencionado por el Gobierno de Navarra y la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo).
Palestina padece una grave situación energética debido a la práctica total dependencia de las fuentes de energía de Israel, que aporta el 95% de la energía que se consume en este territorio. Una de las opciones que baraja la Autoridad Nacional Palestina es la producción de electricidad a través de energías renovables, como la eólica.