La Cátedra Jorge Oteiza de la Universidad Pública de Navarra ha publicado el libro “La arcilla, la obra escultórica: PINTURA”, obra del artista mallorquín Miquel Barceló. La publicación recopila los textos de las conferencias que Barceló impartió el pasado mes de noviembre en el Museo de Navarra y en la Fundación Mapfre de Madrid dentro del ciclo “Escultores sobre Escultura”. El libro ha salido a la venta a 14 euros e incluye el texto de la conferencia que impartió, los coloquios que siguieron a las sesiones celebradas en Pamplona y Madrid, así como cerca de un centenar de fotografías del archivo personal de Miquel Barceló.
Este ciclo, que forma parte del programa “Arte y cultura en las sociedades del siglo XXI", está organizado por la Cátedra Jorge Oteiza y la Fundación Mapfre y tiene por objeto promover el análisis, la reflexión y la crítica de la cultura contemporánea mediante el tratamiento de temas vinculados al pensamiento estético y a la creación artística.
El artista mallorquín pronunció una conferencia titulada “La obra escultórica, la arcilla y la pintura”, a través de la cual describió su proceso creativo y cómo incide en el mismo la búsqueda constante, el azar, la casualidad y la reinvención continua de uno mismo. Barceló confesó su debilidad por la arcilla, su plasticidad y su memoria, su admiración por artistas como Goya, Cézanne, Miró o Warhol, y el vértigo que producen decisiones como la de Oteiza, cuando en 1959 dio por terminado su camino experimental.
Durante la primera parte del evento se proyectó el documental El Cuaderno de barro, dirigido por Isaki Lacuesta, que muestra el trabajo de Barceló en su taller africano de Mali, que se desarrolla en un contexto austero, entre termitas y escorpiones, y refleja la situación de los albinos africanos a través de una serie de retratos realizados con lejía sobre fondos negros.
En la presentación del libro, el director de la Cátedra Jorge Oteiza, Francisco Calvo Serraller, destaca que el propio título de la conferencia ofrecida por Barceló, “La obra escultórica, la arcilla y la pintura”, es un “elocuente testimonio de cómo él trabaja con lo material de la materia, que es de suyo tridimensional, pero con el imprescindible añadido de esa cuarta dimensión de la vida, que, al humanizarse, propone una aún insólita e inexplorada perspectiva existencial”.
“Barceló es un artista que trasciende el canon clásico y sus obras van en busca de esa dimensión inédita de la burbuja humana, la cual, desde la cueva de Chauvet hasta ahora mismo, celebra la plasticidad brillante del barro, una ceremonia que podríamos calificar de pintura, escultura, arquitectura o como se quiera calificar el aliento creador”, señala Calvo Serraller en la presentación.