Las estrategias de aprendizaje son un aspecto importante en el rendimiento matemático de los estudiantes universitarios, aunque hay toda una serie de variables personales y contextuales que influyen en el resultado final. Ésta es una de las conclusiones de la tesis realizada en la Universidad Pública de Navarra por Antonio Humberto Closas Martínez, que ha recibido la calificación de Sobresaliente cum laude.
Profesor en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Nordeste, en Argentina, Closas Martínez ha obtenido su Doctorado en la UPNA con la tesis Modelización estadística del rendimiento matemático con variables psicoeducativas en estudiantes universitarios, dirigida por las profesoras María Dolores Ugarte Martínez, del Departamento de Estadística e Investigación Operativa, y María Luisa Sanz de Acedo Lizarraga, del Departamento de Psicología y Pedagogía.
El objetivo de su investigación fue elaborar un modelo representativo de las relaciones que se establecen entre factores de tipo personal y contextual, que explicara de qué manera dichos factores influyen en el rendimiento en matemáticas. Para ello utilizó una muestra de 441 alumnos de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Nordeste (Argentina) e identificó las variables que, a su juicio, explican y modulan de manera significativa el rendimiento en Matemáticas. Entre los factores personales situó la aptitud (inteligencia general y razonamiento), autoconcepto (académico y social), estrategias de aprendizaje (adquisición, codificación, recuperación y apoyo), características cognitivas y motivacionales y capacidades operativas; y como factores contextuales, los aspectos socio-familiares y los académicos (proceso de enseñanza-aprendizaje y clima de clase).
A partir de esa selección, elaboró un modelo teórico integral para explicar el rendimiento en matemáticas. Se trata de una representación jerárquica y lineal de las relaciones que se dan en la realidad educativa de las matemáticas. La totalidad de las variables personales que participan en el modelo final —al que se llega tras diversos análisis estadísticos—, así como ciertas características de los factores contextuales, son plausibles de intervención educativa.
“Es cierto que aspectos como el proceso de enseñanza-aprendizaje y el clima de clase deben ser tenidos en cuenta, pero la correcta utilización de estrategias de aprendizaje es lo que de modo directo e indirecto tiene una mayor influencia en el rendimiento en matemáticas”, indica Antonio Humberto Closas. En su opinión, “algunos de los cambios necesarios podrían ser afrontados desde la Universidad mediante políticas de nivelación, seguimiento y contención de sus alumnos, cambios viables a través de la implementación de cursos, tutorías, asesoramiento psicopedagógico, etc.” De acuerdo con el modelo, el género de los alumnos no tiene mayor incidencia en los resultados en matemáticas, ya que los resultados logrados en la evaluación empírica para muestras formadas por hombres y mujeres fueron análogos.
Por último, el modelo presenta un conjunto de sugerencias para ser aplicadas tanto en caso de diagnóstico como de prevención del bajo rendimiento matemático. En ese contexto, señala también la importancia de adoptar una metodología de enseñanza basada en la adquisición de competencias, “lo que implica una profunda transformación de las políticas educativas, de las instituciones y de las conductas de todos los actores que intervienen en el proceso educativo”.