Investigadores del Instituto ISFOOD de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) participan en el proyecto SOLPYR para favorecer la protección y la conservación de los suelos de los Pirineos y su resiliencia frente al cambio climático. Esta iniciativa, puesta en marcha por la Alianza de Suelos de los Pirineos (ASPir) con nueve socios de Andorra, España y Francia, analizará a lo largo de tres años las vulnerabilidades de los suelos de los Pirineos, definirá buenas prácticas y sensibilizará a la población sobre la importancia de conservarlos. En concreto, plantea utilizar rutas de senderismo y de montaña como vía para implicar a las personas usuarias de la montaña (esquiadores, montañistas o ciclistas) en la protección del suelo como recurso natural. El proyecto cuenta con un presupuesto de 1,7 millones de euros cofinanciado por la Unión Europea.
En el caso de la UPNA, participa en el proyecto el grupo de investigación en Evaluación y Gestión Sostenible del Suelo, integrado por Rodrigo Antón Sobejano Isabel S. de Soto García, Alberto Enrique Martín e Iñigo Virto Quecedo, quienes serán responsables de las acciones de sensibilización.
Investigadores de la UPNA en el proyecto SOLPYR. De izq. a dcha.: Rodrigo Antón, Alberto Enrique, Iñigo Virto e Isabel S. de Soto.
“Las consecuencias del cambio climático y algunas prácticas asociadas al uso de los espacios naturales están afectando directamente a la salud de los suelos, en especial, a los de montaña, generalmente, menos desarrollados y, por tanto, más vulnerables a la erosión, compactación y pérdida de carbono —describe el catedrático Iñigo Virto—. En este sentido, el aumento de las temperaturas es responsable de la disminución del manto de nieve de los Pirineos y favorece una mayor exposición de los suelos a factores de degradación naturales, a los cuales se suman algunos deportes y actividades de montaña que también contribuyen a alterar sus funciones”.
El equipo del proyecto parte de la idea de que un mejor conocimiento de los suelos y los problemas de degradación que sufren permitirá la concienciación necesaria tanto de las personas usuarias como de los organismos competentes para la protección y conservación de este recurso vital para los Pirineos.
Conocer los suelos para protegerlos
Con el fin de alcanzar sus objetivos, el consorcio creará un mapa de suelos unificado del territorio pirenaico. Además, realizará estudios de la degradación de los suelos de montaña en senderos o zonas piloto, centrados en la erosión y la pérdida de carbono, e identificarán buenas prácticas de conservación. Todo este conocimiento generado será la base para crear material divulgativo y educativo, como juegos didácticos, en el marco de una estrategia común de sensibilización sobre la importancia del mantenimiento, la protección y la conservación de la salud de los suelos.
Las vías principales para la transmisión de esta estrategia de concienciación serán los senderos y refugios de montaña más transitados, que ya disponen de datos sobre fauna, flora y otros aspectos ambientales, pero incorporarán, gracias a este proyecto, información sobre la salud del suelo.
Además, se generarán itinerarios edáficos específicos que podrán vincularse a otras iniciativas de conservación de la naturaleza o a deportes de montaña como el montañismo o el ciclismo. El objetivo es llegar a deportistas y población general usuaria de la montaña, así como a agentes del primer sector, del sector turístico y a administraciones y organismos implicados en la gestión y toma de decisiones.
Entidades socias de tres países
El proyecto SOLPYR está coordinado por el Instituto Cartográfico y Geológico de Cataluña y participan en él las distintas regiones de los Pirineos. Así, la Comunidad Foral está representada por la UPNA y el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. También toman parte el Instituto Pirenaico de Ecología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el Observatorio Pirenaico del Cambio Climático de la Comunidad de Trabajo de los Pirineos, el grupo de interés económico franco-español-andorrano FORESPIR, la Universidad Toulouse III-Paul Sabatier (a través de su Laboratorio de Geociencias Medioambientales), NEIKER-Instituto Vasco de Investigación y Desarrollo Agrario y la Fundación Marcel Chevalier de Andorra. El proyecto cuenta también con diez organismos asociados ubicados por todo el Pirineo.
El presupuesto total de 1.795.513 euros de esta iniciativa ha sido cofinanciado al 65% por la Unión Europea a través del Programa Interreg POCTEFA 2021-2027. El objetivo de este programa es reforzar la integración económica y social de la zona fronteriza España-Francia-Andorra.