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Los estudiantes de la UPNA Javier Martínez y Jon Sesma obtuvieron dos de los seis premios del III Concurso Nacional de Estructuras, celebrado el pasado sábado en la UPNA y en el que los participantes debían construir, con espaguetis, torres a escala reducida capaces de resistir un seísmo. El primer premio a la mejor capacidad estructural—dotado con 1000 euros– fue, en categoría senior, para Jesús Musito, de la Universidad de Navarra, y en categoría junior, para el equipo del colegio Jesuitas formado por Aimar Peragón, Miguel Zamora, Natalia Bañón, Miguel Achaerandio y Diego López. La estructura ganadora aguantó 10 kg de peso durante 25 segundos.

zoom Jesús Musito (a la izquierda), primer clasificado en la categoría senior, recibe el diploma y trofeo acreditativo (Foto cedida).

Jesús Musito (a la izquierda), primer clasificado en la categoría senior, recibe el diploma y trofeo acreditativo (Foto cedida).

El certamen valoró las mejores maquetas en función de la competencia de sus estructuras respecto a una carga gravitatoria, con el añadido de un movimiento oscilatorio, tal y como sucede en un evento sísmico real. Los proyectos estaban construidos con un kilogramo de espaguetis y cola.

Además del primer premio, se otorgaron otros 5 premios dotados con 200 € cada uno: Mejor Diseño Categoría Senior, para Javier Martínez y Ion Sesma de la UPNA; Mejor Diseño Categoría Junior, para Guillermo Astes, Javier Elustondo, Miguel Labiano, Iván Ilzarbe y Mikel de la Iglesia, del colegio Jesuitas; Premio de las redes sociales, para Mª Fernanda y Martín Burdaspar (categoría senior); Accésit para el mejor diseño de los estudiantes de la UNAV, para Javier Fernández, Joan Rigo y Eduardo García; y Accésit para el mejor diseño de los estudiantes de la UPNA, para Javier Martínez y Ion Sesma.

zoom Foto de grupo de ganadores y miembros del jurado (Foto cedida).

Foto de grupo de ganadores y miembros del jurado (Foto cedida).

El objetivo del concurso fue que los estudiantes analizaran la competencia de sus estructuras respecto a una carga gravitatoria con el añadido de un movimiento oscilatorio, tal y como sucede en un evento sísmico real, y de hecho los test que se llevaron a cabo fueron similares a las pruebas que se realizan en ingeniería sísmica profesional.

Sirviéndose de una mesa especial, con una máquina construida para tal fin por una de las empresas organizadoras —que permite replicar el movimiento sísmico para dos estructuras a la vez—, los estudiantes variaron en las pruebas las fuerzas sísmicas en función de la resistencia que mostraron las estructuras. La estructura ganadora a la mejor capacidad estructural ha aguantado 10 kg de peso durante 25 segundos.

45 equipos y 146 participantes

En esta edición, celebrada por primera vez en la Universidad Pública de Navarra, el número de participantes se ha duplicado respecto a años anteriores. Una de las novedades más importantes ha sido la inclusión de una nueva categoría, la junior, que ha permitido participar también a estudiantes de centros escolares. En concreto, los colegios que han participado han sido Liceo Monjardín, Jesuitas, Teresianas y Vedruna. En la categoría junior concurrieron 16 equipos y 69 personas y en la senior, 29 equipos y 77 personas.

zoom Participantes en un momento de la prueba (Foto cedida).

Participantes en un momento de la prueba (Foto cedida).

El jurado, formado por representantes de las entidades organizadoras, destacó el “alto nivel de las estructuras presentadas, destacando diseños innovadores y realmente resistentes al movimiento sísmico”. El concurso se desarrolló en el Edificio de los Tejos del Campus de Arrosadía de la Universidad Pública de Navarra y estuvo organizado por la Cátedra Industria 4.0 (del Colegio de Graduados e Ingenieros Técnicos Industriales de Navarra y la Universidad Pública de Navarra), Forjados Viarpre, FS GROUP Engineering, Nabrawind, Tetrace, la Universidad de Navarra, Desait Tech y Viguetas Navarras.