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Beatriz Pereda Goikoetxea, enfermera/matrona en distintos servicios de salud pública, ha leído en la Universidad Pública de Navarra su tesis doctoral “Análisis de la experiencia de parto en el ámbito hospitalario”. El objetivo general de su investigación era conocer el significado de la experiencia de parto y, con los datos recogidos, poder establecer áreas de mejora en la práctica clínica.

zoom Beatriz Pereda

Beatriz Pereda Goikoetxea

Según explica Beatriz Pereda, “en el evento del parto se da una interrelación de procesos tanto fisiológicos como psicológicos, influenciados por contextos sociales, ambientales, organizacionales y políticos, que pueden afectar al bienestar de la mujer, del hijo/a, a la relación entre madre e hijo o entre la madre y su pareja”. Por ello, ha tratado de analizar qué necesidades son percibidas por las madres como positivas o negativas, qué factores de la atención sanitaria pueden influir en su grado de satisfacción y qué cambios se detectan en las mujeres y en la actitud de los profesionales.

La tesis doctoral, dirigida por las profesoras Blanca Marín Fernández (UPNA) y María Isabel Elorza Puyadena (UPV/EHU), ha obtenido la calificación de Sobresaliente cum laudE. En el transcurso de su trabajo llevó a cabo entrevistas a las mujeres que habían dado a luz y a las personas que habían atendido partos durante dos años en el Servicio de Partos del Hospital Universitario Donostia (Gipuzkoa). En concreto, el total de la muestra fue de 42 entrevistas a mujeres a las 8 semanas del parto; a 32 mujeres más una pareja a los 8 meses y de 5 grupos focales de profesionales sanitarios.

Elementos positivos y negativos

Según la investigación realizada, para una vivencia de parto positiva las mujeres consideran imprescindible establecer una relación profesional de confianza, información y control tanto externo como interno, además del apoyo e involucración de la pareja. La percepción negativa la relacionan con la ausencia o falta de información, la presencia de aspectos de la comunicación no verbal inquietantes, la falta de unificación de criterios, el descontrol, la falta de involucración de la pareja y comportamientos y actitudes impersonales por parte de los profesionales.

Por su parte, los profesionales sanitarios entrevistados observaron la necesidad de establecer protocolos interdisciplinares de información y continuidad de cuidados.

“Fusionando ambas perspectivas —indica Beatriz Pereda—, vemos que es precisa una adaptación continua al contexto sociocultural y llevar a cabo una gestión innovadora que favorezca procesos interactivos y terapéuticos donde se respete la voluntad de las mujeres y sus parejas sin que, por ello, los profesionales perciban temor a obtener resultados adversos”.

Conclusiones

Entre las conclusiones de su trabajo, la autora señala la necesidad de crear espacios de interacción e intercambio de opiniones y experiencias entre mujeres, parejas y profesionales. “Los profesionales deberían fomentar las capacidades individuales y el refuerzo de la identidad maternal y paternal. Todo esto favorecerá que las mujeres y parejas den sentido al conjunto de la información recibida, decidan su modo de participación de manera segura y sean capaces de tomar decisiones compartidas de forma responsable, con el fin de tener una experiencia de parto positiva”.

En ese sentido, indica que “en el parto el cuidado debe estar centrado en la mujer de forma individualizada, personalizada, completa y continua, respetando sus valores, elecciones, cultura, sus deseos y los de su pareja”. Además, “las mujeres reclaman que las parejas sean reconocidas con necesidades propias, integradas en todos los espacios relacionados con el embarazo, parto y crianza, para de esta forma crear un conjunto unitario madre-recién nacido-pareja. Y para esto, es imprescindible la preparación, información y estímulo por parte de los profesionales de forma corresponsable”.

Beatriz Pereda Goikoetxea es diplomada en Enfermería (UPV/EHU), especialidad de Enfermería Obstétrico-Ginecológica (matrona), licenciada en Antropología Social y Cultural (UPV/EHU) y Máster Universitario en Género y Salud (Universidad Pública Rey Juan Carlos). Es profesora en la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV-EHU y acumula 22 años de experiencia profesional como enfermera/matrona en distintos servicios de salud pública (Osasunbidea, Sacyl, Osakidetza). Ha publicado artículos de investigación y ha participado en congresos tanto de ámbito nacional como internacional.