La Diputación Foral de Gipuzkoa ha firmado un proyecto de colaboración con la Universidad Pública de Navarra para analizar la mejora de la productividad de los manzanos en Gipuzkoa. El objetivo del trabajo es determinar cuáles son las causas que, en la práctica, inciden en la productividad media de las plantaciones de manzano en el territorio, para con esa información plantear posibles soluciones de diseño y manejo de las explotaciones. Para ello, a lo largo de 2020 y 2021 y con un presupuesto de 25.740 euros se llevarán a cabo ensayos experimentales en las variedades de manzano de sidra más empleadas en Gipuzkoa, de manera que se pueda determinar su compatibilidad, un lado, y el grado de autofertilidad de las variedades y la viabilidad del polen, por otro.
El convenio se firmó el pasado mes de diciembre en el palacio foral por parte del diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural Imanol Lasa, y Carlos Miranda, profesor del Departamento de Agronomía, Biotecnología y Alimentación y adscrito al Instituto IMAB (Research Institute for Multidisciplinary Applied Biology) de la UPNA. Al acto acudieron también el director de Agricultura y Desarrollo Rural Xabier Arruti, y Jorge Urrestarazu y Maria Jesus Laquidain, del equipo de trabajo de Miranda.
El diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, Imanol Lasa, y el profesor de la UPNA Carlos Miranda
La productividad de los manzanales guipuzcoanos ha sido tradicionalmente escasa, de forma que de media las producciones rondan las 10 t/ha en el conjunto de explotaciones, lo que supone que la producción media total de manzana de sidra sea de unas 4.000 t/año. La baja productividad de sus manzanales impide a la gran mayoría de productores dedicarse de forma viable y en exclusiva al cultivo de manzana de sidra ya que, según los estudios económicos realizados por la Diputación, el umbral de rentabilidad en la provincia se sitúa alrededor de las 25 t/ha.
A la baja productividad media de las parcelas se añade un comportamiento errático de las producciones debido a la vecería, así como a problemas de cuajado que generalmente son debidos a condiciones meteorológicas desfavorables y problemas de control del vigor. Pero, sobre todo, a problemas con la polinización, ya que se desconoce el grado de compatibilidad de las variedades empleadas por los productores, así como el nivel de coincidencia de sus periodos de floración-fecundación, y de la densidad de polinizadores necesaria. El equipo de la UPNA analizará todos estos aspectos de cara a implantar posibles mejoras.