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zoom Mikel Izquierdo, catedrático de la UPNA, durante su intervención en el King’s College de Londres (Reino Unido).

Mikel Izquierdo, catedrático de la UPNA, durante su intervención en el King’s College de Londres (Reino Unido).

Mikel Izquierdo Redín, catedrático del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha apostado por investigar más las distintas respuestas de los pacientes ante el ejercicio físico, durante una conferencia celebrada ayer martes, 20 de junio, en el King’s College de Londres (Reino Unido), el centro universitario de formación médica más grande de Europa. El investigador navarro subrayó “la importancia de integrar la actividad física personalizada y su prescripción, con recomendaciones específicas adaptadas a las características biológicas de cada individuo, al igual que ocurre con los medicamentos, como parte de esa medicina personalizada, que tiene en cuenta las características genéticas, de estilo de vida y de circunstancias ambientales”.

El catedrático de la UPNA, invitado como ponente a un ciclo de conferencias sobre envejecimiento, defendió “una prescripción de ejercicio físico individualizada según las capacidades funcionales de la persona y con recomendaciones específicas sobre la dosis —intensidad, volumen y frecuencia—, similar a lo que ocurre con los medicamentos”. Este experto lamentó que los programas de ejercicio físico se hayan diseñado “de forma estandarizada para las personas, controlando solo la intensidad del esfuerzo, en una especie de café para todos, sin tener en cuenta las diferencias entre individuos”. “Los investigadores ya han constatado las sustanciales variaciones en la respuesta en el organismo de los pacientes ante la actividad física —señaló—. De hecho, ahora se investiga en la denominada variación interindividual en la repuesta al ejercicio físico, algo que implica que, ante los mismos estímulos, unas personas obtienen beneficios, mientras que otras no los consiguen”.

Mejoras en la salud de la población

Mikel Izquierdo recordó “las abrumadoras pruebas científicas de que la actividad física mejora la salud de la población”. “El ejercicio físico tiene un papel significativo, en algunos casos comparable o superior a la medicación, en la prevención y el tratamiento de más de cuarenta enfermedades crónicas no transmisibles, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, el cáncer, la depresión, el alzhéimer, la artritis, la osteoporosis y los ataques cardíacos”, enumeró este experto.

En este sentido, el investigador de la UPNA describió las ventajas de prescribir ejercicio físico a un grupo de población concreto: la tercera edad. Así, al aplicar un programa de entrenamiento que combina fuerza, equilibrio y marcha en las personas mayores de 70 años, se previenen las caídas y la fragilidad, tal como han constatado socios de cinco países europeos (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido). Estos investigadores, coordinados por el propio Mikel Izquierdo en el proyecto VIVIfrail, han estudiado durante dos años las ventajas, en este grupo de ciudadanos, del ejercicio físico, dentro de la Estrategia de Promoción de la Salud y Calidad de Vida en la Unión Europea.

La intervención de Mikel Izquierdo en la institución británica se suma a sus dos comparecencias, en calidad de experto, ante la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra (Suiza). El pasado diciembre, el catedrático de la UPNA trató en este foro del envejecimiento saludable, y en abril, participó en una jornada sobre nuevas tecnologías y mejora de la salud, en la que presentó los distintos materiales electrónicos generados durante el proyecto VIVIfrail.