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zoom Mikel Izquierdo Redín, catedrático de la UPNA.

Mikel Izquierdo Redín, catedrático de la UPNA.

Mikel Izquierdo Redín, catedrático de Fisioterapia de la Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha presentado esta semana a la Organización Mundial de la Salud (OMS) en Ginebra (Suiza), en el marco de unas jornadas sobre nuevas tecnologías, utilización de dispositivos móviles y mejora de la salud, el contenido de un libro electrónico que describe un programa de entrenamiento que combina fuerza, equilibrio y marcha en las personas mayores de 70 años para prevenir así las caídas y la fragilidad. Se trata de la segunda ocasión en apenas cuatro meses en que este profesor del Departamento de Ciencias de la Salud acude como ponente a dicho organismo de las Naciones Unidas, pues el pasado diciembre participó, junto a otros cinco expertos internacionales, en una reunión sobre “Envejecimiento saludable”.

El citado libro electrónico es una guía para la correcta puesta en funcionamiento de un programa de entrenamiento multicomponente para ancianos frágiles. Tiene como característica principal recoger, en un único formato de guía de ejercicios, todo el trabajo realizado en el marco del proyecto VIVIfrail, que, durante dos años, reunió a socios de cinco países europeos (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido) para promocionar, en las personas mayores de 70 años, el ejercicio físico y así prevenir las caídas y la fragilidad. Esta iniciativa, concluida el pasado diciembre y coordinada por el propio Mikel Izquierdo, se ha enmarcado en la Estrategia de Promoción de la Salud y Calidad de Vida en la Unión Europea.

El citado libro electrónico, que se ha elaborado en castellano, inglés, francés, alemán e italiano, puede ser descargado gratuitamente desde la página web de este proyecto europeo (www.vivifrail.com).

Reto: mantener la autonomía

“En el actual marco de envejecimiento de la población, el verdadero reto es mantener la autonomía y la independencia a medida que se envejece —afirma Mikel Izquierdo, que imparte docencia en el campus de la UPNA en Tudela—. En este contexto, la salud de las personas mayores se debe medir en términos, no de enfermedad, sino de función, pues esta determina la expectativa de vida, su calidad y los recursos o apoyos que precisará. En las últimas décadas, se ha observado un progresivo aumento de la discapacidad y la dependencia que no depende exclusivamente del cambio en la pirámide poblacional, sino también de otros factores que son modificables y, por tanto, sujetos a intervención”.

Tal es el caso de la inactividad, que es el principal factor de riesgo en la fragilidad. “Prevenir la discapacidad actuando sobre la fragilidad es posible, dado que esta última se puede detectar y es susceptible de intervención”, indica.

El citado libro ha sido dado a conocer ante la OMS dentro de la Estrategia de Promoción de la Salud y la Calidad de Vida que este organismo de las Naciones Unidas tiene en el mundo.