El defensor de la Comunidad Universitaria, Santiago Alfonso Ábrego ha realizado un total de 120 actuaciones, de las que 50 fueron quejas y reclamaciones, 49 consultas y 21 mediaciones. Así se pone de manifiesto en el informe que Alfonso ha presentado hoy ante el Claustro Universitario, en el que se detallan las actuaciones que ha desarrollado desde enero de 2009 hasta septiembre de 2010. El 70% de estas actuaciones han concluido de forma satisfactoria para el demandante, según los datos aportados por este estudio.
Un 77% de estas actuaciones se han originado a petición de estudiantes y gran parte de ellas se refieren al régimen de permanencia de este colectivo en la universidad. En todo caso, el propio defensor señala en su informe que el número de expedientes tramitados representa al 0,5% de la comunidad universitaria, un porcentaje similar a la mayoría de las universidades españolas.
En cuanto a los diferentes tipos de actuaciones, el defensor destaca el elevado número de consultas (49), que atribuye a que una parte no despreciable de ellas son simples peticiones que podrían tramitarse desde los servicios generales de la UPNA. Por su parte, el número de mediaciones asciende a 21. Esta es, en opinión de Alfonso, la actividad más específica del Defensor.
El número total de quejas y reclamaciones (50) supone una media de una intervención anual por cada 300 miembros de la comunidad universitaria, una cifra alta con respecto al tamaño de la Universidad Pública de Navarra, según se explica en el informe. Así, por ejemplo, se afirma que en la Universidad Autónoma de Madrid este porcentaje es de uno por más de un millar, mientras que en la Universidad de Oviedo es de uno por cada 500. El defensor atribuye el hecho de que la UPNA se encuentre por encima de la media a que admite prácticamente todas las demandas de actuación y a que se trata de una universidad de pequeño tamaño y accesible.
Por titulaciones, las que más actuaciones han provocado en este periodo son las de los Grados de Maestro y Fisioterapia. En el primer caso, se debió a que fueron los primeros que pusieron en marcha las nuevas titulaciones. Las actuaciones demandadas por estudiantes de Fisioterapia se originaron por un problema de admisión de jóvenes que querían incorporarse en el segundo curso.
Por último, el Defensor de la Comunidad Universitaria aplaude en su informe que se haya logrado acortar en este año los plazos reales de resolución de instancias y recursos de alzada que tratan sobre temas que inciden en el desarrollo normal de la docencia, como matriculaciones, permanencias o cambios de grupo. Este problema, según Alfonso, se había agravado con la implantación de las titulaciones de Grado, que tiene en cuenta, con más o menos importancia, la asistencia, los trabajos personales, las prácticas y, en general, la evaluación contínua.