La generación de conocimiento sobre la Comunidad Foral Navarra –al margen de los datos oficiales de la Administración– es realmente escasa, salvo estudios puntuales demandados por algún medio de comunicación para conocer el clima político, que en ocasiones han sido aprovechados para indagar sobre aspectos de actualidad en Navarra. Aunque existen algunos estudios sobre ámbitos concretos como los estilos de vida, los hábitos de consumo, los valores más presentes en la sociedad navarra, e incluso una compilación sobre aspectos generales realizada aprovechando la celebración del X Congreso Español de Sociología en Pamplona, hay una gran ausencia de estudios sobre las actitudes y opiniones de los residentes en la comunidad foral.
No deja de ser sorprendente esta situación, mucho más cuando comunidades de nuestro entorno llevan a cabo estudios periódicos sobre la realidad social, entre los que destacan –por su tradición– el Anuario de la Opinión Pública Vasca, realizado por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco, el Barómetro de Opinión Política de Cataluña, realizado por el Centre d’Estudisd’Opinió de la Generalitat de Catalunya, el Barómetro de Opinión Pública de Andalucía, el estudio sobre Condiciones de Vida de la Población del área metropolitana de Barcelona, realizado por el Instituto de Estudios Regionales y Metropolitanos de Barcelona, etc.
La posibilidad de conocer las necesidades de Navarra, así como el feed-back que debe establecerse sobre la gestión y los gestores entre Administración y administrados, debe ser considerado un elemento fundamental para el quehacer de la política moderna. La actualidad demuestra lo pertinente que es la conexión entre los dirigentes y la realidad de los ciudadanos, así como la necesidad de disponer de un análisis coyuntural que permita una mejor aproximación a la realidad de la sociedad. Todos estos son elementos que justifican la creación de una Cátedra que favorezca la mejora de las políticas públicas realizando estudios prospectivos de la sociedad.