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La extinta Fundación Bartolomé de Carranza, que investigó, especialmente, sobre delincuencia, drogodependencia y juventud en la Comunidad Foral desde su fundación en 1979 y a lo largo de casi 30 años, ha entregado al Archivo General de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) toda su documentación, formada, en gran parte, por una nutrida colección de informes y estudios. La donación se ha escenificado en un acto de firma protagonizado por Ramón Gonzalo, rector de la institución académica, y Vicente Madoz Jáuregui, fundador y presidente de la citada fundación, ante un grupo de personas vinculadas a esta oenegé.

La Fundación Bartolomé de Carranza nació en 1979 fruto de la inquietud de un grupo de profesionales de diferentes campos (derecho, judicatura, sociología, trabajo social, psicología, psiquiatría, pedagogía, economía y periodismo) a quienes unía su compromiso con sectores social y científicamente marginados. Su objetivo entonces era “estudiar e investigar los fenómenos relacionados con la criminología, formar a técnicos y educadores especializados en delincuencia, trabajar para prevenirla, atender a la rehabilitación y la incorporación social de las personas excluidas o en conflicto y participar en aquellas iniciativas ciudadanas, profesionales o de la administración que estuvieran relacionadas con estos fines”, según recogía la memoria de actividades publicada al cumplirse en 2004 sus bodas de plata.

zoom Personas vinculadas a la Fundación Bartolomé de Carranza, durante la firma. De izq. a dcha.: Jesús Cedazo, Margarita Aguinaga, Juan Cabasés, M.ª Josefa Iribarren, Gregorio Urdániz, Roldán Jimeno (UPNA), Vicente Madoz, Ramón Gonzalo (UPNA), Jesús Domínguez, Inés Sáenz de Pipaón, Javier Ibáñez Santos, Alicia Izco y Jesús Hernández Aristu.

Personas vinculadas a la Fundación Bartolomé de Carranza, durante la firma. De izq. a dcha.: Jesús Cedazo, Margarita Aguinaga, Juan Cabasés, M.ª Josefa Iribarren, Gregorio Urdániz, Roldán Jimeno (UPNA), Vicente Madoz, Ramón Gonzalo (UPNA), Jesús Domínguez, Inés Sáenz de Pipaón, Javier Ibáñez Santos, Alicia Izco y Jesús Hernández Aristu.

Durante su intervención en el acto de entrega del archivo, Vicente Madoz describió los tres rasgos de la oenegé que “resultaron de gran eficacia”. “Fuimos numerosas y muy variadas las personas que participamos en la fundación, de profesiones diferentes y de ideologías muy variadas, con un denominador común que nos unió por encima de todo: el interés y la mejora de la dinámica social —indicó—. Además, parte de sus componentes fueron seleccionados, a lo largo del tiempo, por el Gobierno de Navarra, fundiéndonos todos en una agitada colaboración público–privada. Y asimismo, de forma espontánea, una parte importante de la tarea y de los propósitos de la fundación encontraron una gran acogida en la también entonces creciente UPNA”.

Catalogación y puesta a disposición de la sociedad

A lo largo de su existencia (finalizó su actividad en 2006), esta oenegé centró buena parte de su actividad en la investigación. Fruto de ello fue una amplia producción bibliográfica, que ahora recibe la UPNA, en ámbitos como el educativo, la criminología, la drogodependencia, las enfermedades mentales y la juventud en Navarra. Todo este material, tras su catalogación por el personal de la Sección de Gestión de Documentos y Archivo General, estarán disponible para el alumnado e investigadores de la UPNA y para el resto de la sociedad. 

“Vuestra labor tuvo un carácter pionero, innovador y fue clave para la investigación social del momento, todo un retrato para conocer hoy la sociedad de aquellos años y para las soluciones y líneas de trabajo que establecisteis con el fin de crear una Navarra más justa y con menos desigualdades sociales”, señaló, durante su intervención en el acto de entrega, Roldán Jimeno Aranguren, secretario general de la UPNA y de quien depende el Archivo General.

Además, esta fundación realizó otras iniciativas como, por ejemplo, la organización, junto con la Sociedad Internacional de Criminología y la Diputación Foral de Navarra, del XXIX Curso Internacional de Criminología, celebrado en Pamplona en junio de 1980; el desarrollo de un programa de integración social en la cárcel de la capital navarra (1987-1990); la celebración de numerosas actividades de formación y divulgación; el asesoramiento y la orientación a instituciones y particulares con demandas de información o el mantenimiento de un centro de documentación especializado en temas criminológicos y de inadaptación social en su sede de la Plaza del Castillo, número 12, de Pamplona.

Por su trayectoria y trabajo en el ámbito juvenil, el Gobierno de Navarra concedió en 2003 a la Fundación Bartolomé de Carranza el Galardón de Juventud.