La egresada en Educación Primaria con especialización en Pedagogía Terapéutica por la Universidad Pública de Navarra (UPNA) Irantzu Goyeneche Batiz ha realizado, en su Trabajo Fin de Grado (TFG), un estudio sobre el alumnado de parejas divorciadas, analizando el impacto de esta circunstancia en su rendimiento escolar y en sus emociones. Para llevarlo a cabo, ha contado con una beca del Ayuntamiento de Lesaka, municipio en el que ha desarrollado su trabajo de campo. El trabajo, bajo el título “Gurasoen dibortzioak ikasleen emozio eta eskola-errendimenduan duen eragina: Esku-hartzeko protokoloa” (El efecto del divorcio de los padres en las emociones y el rendimiento escolar de los estudiantes: protocolo de intervención), ha sido dirigido por el profesor de la UPNA Fernando Trébol Unzue.
La profesora Irantzu Goyeneche, entre el alcalde de Lesaka, Ladis Satrustegui Alzugaray (izquierda) y el tutor de su Trabajo Fin de Grado, Fernando Trébol Unzue.
De su investigación, la profesora concluye que las separaciones afectan en menor o mayor medida a los y las menores y a su rendimiento y que, si bien es difícil establecer pautas comunes para el abordaje de esta cuestión, existe una clara necesidad de formación al respecto por parte del profesorado. Con el fin de ayudar en este punto, Irantzu Goyeneche, que actualmente es profesora de Pedagogía Terapéutica en la Ikastola Labiaga de Bera y también en ANFAS en la zona de Baztan-Bidasoa, ha elaborado un protocolo de actuación y un folleto informativo con consejos para profesorado y familias. Ante todo, anima al profesorado a tratar este tema “con normalidad”.
Entre las conclusiones de su trabajo, la profesora indica que es necesario prestar una especial atención al alumnado que vive la separación de sus padres puesto que, a pesar de su corta edad, es consciente de todo lo que ocurre y puede sufrir. Tal y como apunta, “se hace necesaria una comunicación y colaboración permanente entre la escuela y la familia”.
Mejora de relaciones, mayor implicación de las madres y consejos
Irantzu Goyeneche destaca también en su investigación que, a pesar de que se la separación es una circunstancia negativa, puede producir colateralmente que las relaciones del o la menor en la escuela mejoren, puesto que el resto de compañeros y compañeras normalmente se esfuerzan en que se sienta bien.
Por otro lado, la profesora indica que todavía son las madres las que se implican más en la educación de los hijos e hijas y que, con carácter general y de la observación que ha realizado en la localidad de Lesaka, son ellas quienes acuden normalmente a las reuniones escolares y a la entrada y salida del centro. “A pesar del paso de los años y de la formación, se observa que la igualdad todavía no se ha alcanzado”, asevera. No obstante, según apunta, en caso de rotura de la pareja, los dos miembros acuden, cada vez más, a estas citas, aunque sea de manera separada.
En cuanto a los consejos concretos dirigidos al profesorado que recoge el material elaborado por la profesora, pueden citarse algunos como la conveniencia de utilizar el lenguaje positivo y la empatía con los y las menores, así como entender que su rendimiento en estas situaciones puede verse alterado. En cuanto a las familias, se aconseja decir la verdad cuando se comunique la separación al hijo o la hija, sin echar la culpa a la otra persona, así como preguntar a los niños y niñas cómo se encuentran ante la situación o pedir ayuda en el caso de que se necesite.