Gonzalo Mezquita Gómez, licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Navarra (2008), ha analizado en su tesis doctoral —leída en la Universidad Pública de Navarra— los procedimientos más utilizados para tratar el cáncer de cérvix (cuello uterino) y cuál podría ser el más adecuado para mejorar la tasa de falsos negativos y falsos positivos que se producen actualmente. En concreto, los resultados de su investigación apuntan a la linfadenectomía de estadificación, una técnica quirúrgica para analizar los ganglios linfáticos y poder determinar si el tumor original se ha propagado o no.
Su tesis doctoral “Linfadenectomía pélvica y para-aórtica en el cáncer de cérvix localmente avanzado”, dirigida por los doctores Gregorio Tiberio López, Juan Carlos Muruzabal Torquemada y Matías Jurado Chacón, ha recibido la calificación de sobresaliente cum laude.
El cáncer de cérvix es una de las principales causas de muerte por cáncer ginecológico en el mundo. Los programas de prevención y cribado favorecen el diagnóstico en estadios precoces, pero en torno al 35% de estos tumores se diagnostican en estados localmente avanzados, con una supervivencia del 40-60% a los 5 años.
En 2018 la Federación Internacional de Ginecología y Obstetricia actualizó el sistema de clasificación del cáncer de cérvix y lo dividió en dos grupos: tumores o estadios precoces, que son tratados con cirugía, y tumores localmente avanzados, para cuyo tratamiento se utiliza la radio-quimioterapia. Sin embargo, según explica Gonzalo Mezquita, “en ese sistema no se tenía en cuenta el estado ganglionar, que es el factor pronóstico más importante”.
Técnicas y detección
El autor de la tesis señala que las técnicas de imagen como el escáner (TAC, tomografía axial computarizada) o la resonancia magnética nuclear (RMN) “tienen un pobre resultado en la detección de ganglios linfáticos afectados, sobre todo los menores de 1 cm, por debajo del 50-60%”. Otra de las técnicas de exploración por imagen, el PET (tomografía por emisión de positrones) mejora la detección de micrometástasis, “pero la sensibilidad está en torno al 80-85%. Por esto, las técnicas de imagen tienen un alto riesgo de no diagnosticar ganglios linfáticos metastáticos”.
En su investigación, ha analizado los resultados que esta técnica quirúrgica (linfadenectomía) puede ofrecer para obtener diagnósticos más precisos. Se trata de cirugía para analizar los ganglios linfáticos de la pelvis o los circundantes a la aorta y poder determinar si han sido afectados o no por el cáncer. “De este modo podemos, mediante laparoscopia, conocer con exactitud y de forma segura el estado de los ganglios”.
El doctor Mezquita hace hincapié en que en los estadios localmente avanzados del cáncer de cérvix, esta técnica “además de ser un importante factor pronóstico permite individualizar de forma precisa el tratamiento más adecuado. Además, tal como señalan muchos autores, parece que la extirpación de ganglios metastásicos tiene un efecto terapéutico y aumenta la supervivencia global”.
Resultados más destacados
En su investigación Gonzalo Mezquita ha estudiado los casos de cáncer de cérvix localmente avanzados que, entre los años 2006 a 2015, fueron sometidos a linfadenectomía pélvica y para-aórtica por laparoscopia y, posteriormente, tratados con quimio-radio terapia. Ha analizado las complicaciones registradas, la supervivencia global y el tiempo libre de enfermedad. Además, ha realizado un estudio comparativo entre las técnicas de imagen (resonancia y escáner) y la citada técnica quirúrgica.
Entre los resultados más destacados, “encontramos que la incidencia de metástasis ganglionares en pelvis fue del 47,7% a nivel pélvico, mientras que en los ganglios para-aórticos fue del 17,9%”. Además, tras valorar los resultados de las pruebas de imagen (resonancia y escáner), “hemos visto que la linfadenectomía de estadificación sería el procedimiento más adecuado para mejorar la tasa de falsos positivos y falsos negativos que surgen en esas pruebas de imagen. El estudio histológico de los ganglios obtenidos mediante esta técnica quirúrgica debería considerarse el método de referencia, ya que ofrece una sensibilidad y especificidad cercanas al 100%”.
“Podemos concluir que esta técnica proporciona información precisa del estado ganglionar —señala—, lo que resulta de vital importancia para planificar el tratamiento individualizado y de forma adecuada”.
Gonzalo Mezquita realizó su especialidad en Obstetricia y Ginecología en el Complejo Hospitalario de Navarra (2009-2013), institución en la que trabajó hasta 2016. En ese año se incorporó como al Hospital St George, en Londres, donde permaneció un año para después incorporarse al hospital Royal Free de Londres, en el que desarrolla actualmente su trabajo. Es coautor de varias publicaciones y ha participado en diversos proyectos de investigación. También imparte docencia en el Royal Free Hospital sobre Laparoscopia ginecológica.