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zoom Diego Sesma Martín, nuevo doctor por la UPNA.

Diego Sesma Martín, nuevo doctor por la UPNA.

El economista Diego Sesma Martín (Logroño, La Rioja, 1989) ha investigado los requerimientos de agua dulce necesarios en España, el país más árido de Europa, para generar energía termoeléctrica, que supone el 55% de la producción nacional y que depende directamente de la disponibilidad de dicho recurso. Esto se debe a que dichas centrales emplean como combustible el carbón, el fuelóleo, el uranio y el gas natural, entre otros, aunque también requieren grandes volúmenes de agua para funcionar, principalmente, como medio refrigerante. Según este trabajo, recogido en su tesis doctoral defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), la huella hídrica (volumen de agua evaporada y, por lo tanto, perdida) resultante del funcionamiento de las centrales termoeléctricas españolas “no es tan significativa en comparación con el impacto sobre los recursos hídricos de otras actividades productivas, como, por ejemplo, la agricultura y el riego”. Sin embargo, las extracciones de agua efectuadas por estas centrales son “considerables”. “La mayor parte de estos volúmenes extraídos del cauce del río no se evaporan, pero son esenciales para el correcto funcionamiento de los sistemas. Tal es así que su ausencia podría obligar a estas instalaciones a limitar su actividad o, incluso, a cerrar y, además, afectarse el suministro para otros usos”, afirma.

“No hay que olvidar que la generación de energía termoeléctrica representa la segunda actividad más sedienta en términos de extracciones de agua dulce, justo por detrás de los usos agrícolas. Estos volúmenes son cruciales para la generación de energía, ya que, si la cantidad demandada no está disponible, las instalaciones podrían verse obligadas a limitar su funcionamiento e, incluso, a cerrar —advierte este experto—. A su vez, todas estas captaciones podrían tener efectos significativos en el suministro general de agua, poniendo en riesgo el uso del recurso para otras actividades alternativas en áreas con escasa disponibilidad de agua”.

Las nucleares, las que más agua usan

En su tesis doctoral, dirigida por María del Mar Rubio-Varas, profesora del Departamento de Economía e investigadora del Instituto INARBE (Institute for Advanced Research in Business and Economics) de la UPNA, Diego Sesma ha comparado los diferentes tipos de centrales termoeléctricas, desde el punto de vista del agua que emplean para generar energía. De ellas, según sus resultados, las centrales nucleares aparecen como las principales usuarias de agua, seguidas de las centrales térmicas convencionales de carbón y, por último, las de gas natural y ciclo combinado. “La evolución a largo plazo de las extracciones y consumos de agua por tipo de tecnología así lo confirma —indica el investigador—. De hecho, una transición de la electricidad generada con uranio a la generada con otras tecnologías podría reducir considerablemente los consumos y las extracciones de agua. Además, la transición de sistemas de refrigeración de tipo húmedo, aquellos que emplean agua para enfriar las centrales, a sistemas de tipo seco, que emplean aire, supondría ahorros adicionales de agua. Todos estos resultados representan medidas potencialmente efectivas ante futuros escenarios de escasez de agua”.

A pesar de su alta dependencia de la energía térmica y de ser considerado el país más árido de Europa, España “carece de estudios detallados sobre los volúmenes de agua dulce destinados a la producción de energía eléctrica proveniente de centrales térmicas”. “Asimismo, las estadísticas públicas oficiales sobre los volúmenes de agua necesarios para generar electricidad son bastante limitadas en este país e, incluso, inconsistentes en algunos casos —señala Diego Sesma—. Más aún, en ocasiones, estas fuentes de información disponibles no hacen un uso correcto de los términos relacionados con los usos del agua para la producción de energía termoeléctrica —es decir, extracción de agua y consumo de agua—, ni detallan información sobre las metodologías utilizadas para calcular dichos valores. Estas deficiencias pueden dar lugar a interpretaciones erróneas que impidan una correcta estimación de las necesidades de agua para la producción de energía termoeléctrica”.

De ahí que la tesis doctoral de Diego Sesma cubre parte del vacío existente y proporciona las primeras estimaciones sobre los requerimientos de agua dulce necesarios para la producción de energía termoeléctrica en España. “En esta investigación, se estiman las series históricas de extracciones y consumos de agua dulce —a saber, la huella hídrica— de las centrales nucleares españolas y el resto de térmicas ubicadas en la cuenca del Ebro, el mayor contribuyente a la generación eléctrica española, desde 1969 hasta la actualidad”, explica el autor de la tesis doctoral, que tiene mención internacional.

Breve currículum

Diego Sesma se licenció en Economía en la UPNA y cursó el Máster en Economía en la Universidad de Zaragoza para, posteriormente, realizar su tesis doctoral en la institución navarra, gracias a una beca del Ministerio de Economía y Competitividad.

Durante su etapa como estudiante predoctoral, Diego Sesma ha realizado estancias de investigación en el Departamento de Historia Económica de la Universidad de Lund (Suecia) y en el Centro de Documentación del Agua y el Medio Ambiente (Zaragoza). Asimismo, ha asistido a diferentes congresos nacionales e internacionales, donde ha tenido la oportunidad de presentar sus avances. Entre ellos, destacan el Congreso Mundial de Historia Económica (Boston, Estados Unidos), la Conferencia Europea de Historia de las Ciencias Sociales (Belfast, Irlanda del Norte), el Congreso Internacional sobre Ciencia Regional (Sevilla) y el Congreso de Gestión y Planificación del Agua (Valencia).

También ha formado parte del comité científico del VI Workshop de Jóvenes Investigadores en Economía y Empresa celebrado en Teruel el pasado año y, más recientemente, ha organizado el Workshop sobre el Nexo Agua-Energía-Alimentos celebrado en la UPNA el pasado verano.

Además, ha formado parte del equipo de trabajo en diferentes proyectos de investigación financiados por el Gobierno de España. Finalmente, su tesis doctoral ha dado lugar a tres artículos de investigación publicados en las revistas científicas de impacto internacional “Water”, “Ecological Economics” y “Water Policy”.