El compositor roncalés del siglo XVIII Sebastián de Albero podría ser considerado el primer compositor español de música para piano, ya que evoluciona hasta la escritura pianística la que, hasta entonces, había sido básicamente para clave. Esta es una de las conclusiones que se desprenden de la tesis defendida en la Universidad Pública de Navarra (UPNA) por el pianista Carlos Andrés Sánchez Baranguá (Pamplona, 1974) y dirigida por el profesor del Departamento de Psicología y Pedagogía Marcos Andrés Vierge. La tesis obtuvo la máxima calificación: sobresaliente “cum laude” y el autor ofrecerá una conferencia el sábado, 23 de septiembre, sobre la música para órgano en Navarra en el salón de actos de la Junta del valle del Roncal.
La investigación, titulada “Sebastián Ramón de Albero y Añanos (1722-1756): vida y obra. Un roncalés en la cima de la música hispana para tecla de la primera mitad del siglo XVIII”, se asienta en dos pilares fundamentales: por un lado, trata de recopilar toda la documentación hallada hasta la fecha sobre el músico navarro, contrastando todos los datos disponibles teniendo presente el contexto social, político y cultural de principios del XVIII; y por otro lado, se ofrecen datos inéditos de la biografía de Albero y sus fuentes musicales, al tiempo que se analizan diferentes aspectos estilísticos y de lenguaje característicos de su música.
Así, la investigación ha permitido identificar, por primera vez, los ascendientes del músico navarro, desde el comienzo del linaje de los Albero en Huesca (s. XII), hasta la rama que posteriormente se estableció en Oliete (Teruel). Se han sacado a la luz nuevos datos referidos tanto a los padres del músico navarro, Juan Antonio Albero y Francisca Añanos, como a sus hermanos, en las etapas que vivieron en Ansó, Roncal y Ujué. Es también la primera vez que un estudio sobre el compositor navarro ha establecido una genealogía completa junto con todas las fechas que se conservan de matrimonios, bautizos, defunciones y demás acontecimientos.
Amistad con Scarlatti y características de su música
Los datos documentales, además, certifican que el compositor navarro Sebastián de Albero tuvo un papel más relevante en la Corte del rey Fernando VI (1713-1759) y la reina Bárbara de Braganza (1711-1758), del que se le concedía hasta ahora. Allí ejerció como organista principal de la Real Capilla entre los años 1746 y 1756. También refuerzan la hipótesis de una relación de amistad con el compositor Domenico Scarlatti (1685-1757) que, a su vez, era maestro de la reina desde que esta era infanta en la Corte del rey Juan V de Portugal.
Tal y como se ha apuntado, por primera vez en una investigación sobre el músico roncalés se ha realizado un estudio sistemático de sus fuentes musicales atendiendo a características como su procedencia, dedicatorias, similitudes caligráficas u obras contenidas. Asimismo, el autor ha comparado obras repetidas en diferentes fuentes, determinando cambios, correcciones y añadidos; ha lanzado hipótesis sobre autorías discutidas, cerrado discusiones sobre obras atribuidas a Albero y ha trabajado también sobre el manuscrito (no autógrafo) más moderno que se conserva del músico navarro.
Además de todo ello, Carlos Andrés Sánchez ha elaborado, por primera vez, el catálogo de obras de Sebastián de Albero, en el que se incluye la lista de todos los manuscritos hallados hasta la fecha con sus composiciones, así como las diferentes fuentes donde estas pueden hallarse y las ediciones disponibles. Por otro lado, ha efectuado la búsqueda de un manuscrito perdido, así como de otras obras que pudieran existir de Albero, ha incluido los últimos hallazgos de los que se tiene noticia y desarrollado también un trabajo de síntesis y contraste de los datos disponibles hasta la fecha. Con la presente investigación, no solo se han abierto nuevas vías de investigación, también se ha sacado a la luz una nueva obra (una fuga) atribuida al compositor roncalés, que el nuevo doctor interpretó al piano al término de su defensa y que se incluye transcrita en el trabajo. Próximamente, será publicada por el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, de donde procede el manuscrito original.
En cuanto al lenguaje del compositor navarro, tal y como recoge la tesis doctoral, su música demuestra sólida formación en los procedimientos compositivos provenientes de la antigua tradición ibérica de música para teclado, así como gran preparación técnico-instrumental. “Pero también evidencia gran conocimiento de la música de su época, abierto a la modernidad en su escritura y su estilo, de tal modo que el organista navarro, tal y como hemos apuntado anteriormente, podría ser considerado el primer compositor español de música para piano”, apunta Sánchez.
Sebastián de Albero, según detalla el nuevo doctor, “no solo demuestra el conocimiento de la tradición ibérica de música para teclado, sino que el conjunto de su obra —rebosante de expresividad y colorido— sirve de eslabón entre lo antiguo y lo moderno”. “Absorbe influencias españolas, pero también francesas e italianas. Evoluciona la escritura de tecla hacia el estilo galante, con una personalidad que derrocha creatividad, ingenio, sensibilidad y originalidad”, concluye.
Breve currículum
Carlos Andrés Sánchez Baranguá es titulado superior en las especialidades de Piano, Música de Cámara, y Solfeo y Teoría de la Música. Comenzó sus estudios musicales en la Escuela de Música “Sebastián de Albero” con Mª Jesús Iribarren y prosiguió en el entonces Conservatorio Superior de Música “Pablo Sarasate”, hasta finalizar sus estudios bajo la dirección del pianista Jorge Luis Silva con la máxima calificación y mención honorífica (1999). Continuó preparándose dos años más con el maestro Stanislav Pochekin en Barcelona. También realizó los estudios de Contrapunto y Fuga con Martín Zalba y Pedro de Felipe, respectivamente.
Galardonado en el II y IV Concurso de música de cámara Fernando Remacha en los años 1995 y 1998 con el segundo y primer premio, respectivamente, también recibió un diploma de honor por su participación en el VI Torneo Internazionale di Musica (1997), y el segundo premio por su participación en el Concurso de Piano y Cámara organizado por la UPNA, en 2004. Ha recibido master classes de los concertistas rusos Boris Berman, Tatiana Kriukova y del alemán Wolfram Rieger, y ha realizado también cursos de dirección orquestal, con los maestros Jesús López Cobos y Enrique García Asensio, respectivamente.
Durante los últimos 18 años ha trabajado como pianista repertorista y profesor de Música de Cámara en el Conservatorio Superior de Navarra, y en el Conservatorio Profesional “Pablo Sarasate”. Ha sido además pianista, investigador, docente y director musical de la Agrupación Coral “Laus in Voce” del Colegio Miravalles-El Redín. Actualmente trabaja como profesor de Piano —por oposición—, en el Conservatorio Profesional “Cristóbal de Morales”, de Sevilla. Simultanea su labor docente con recitales, tanto con cantantes líricos, como con agrupaciones camerísticas.
En 2016 ideó, coordinó y llevó a cabo la dirección musical del Proyecto Misericordia Roma, por el que medio millar de voces de diferentes centros escolares de Navarra felicitaron al Papa Francisco por su octogésimo cumpleaños, cantando desde la catedral de Pamplona. El vídeo de la felicitación, disponible en YouTube, cuenta con más de 132.000 visitas y se ha visualizado en más de 130 países de todo el mundo.