De izquierda a derecha, Joaquín Mencos, Yolanda Barcina, Carla Haddad Mardini, Julio Lafuente y Francisco Javier Blázquez
El Comité Internacional de Cruz Roja ha recibido este jueves, 6 de noviembre, en la Universidad Pública de Navarra el Premio Internacional Jaime Brunet a la Promoción de los Derechos Humanos. El galardón ha sido recogido por Carla Haddad Mardini, jefa de División de Recursos Externos del Comité Internacional de Cruz Roja, quien ha estado acompañada por el embajador de Suiza en España, Thomas Kolly. El premio está dotado con 36.000 euros.
La ceremonia de entrega del galardón ha tenido lugar en la Sala Jaime Brunet del edificio de Rectorado y ha sido presidida por el rector de la Universidad Pública de Navarra, Julio Lafuente; la presidenta del Gobierno de Navarra, Yolanda Barcina; y por el vicepresidente de la Fundación Jaime Brunet, Joaquín Mencos.
El acto también ha contado con la presencia de una nutrida representación de la entidad galardonada, entre los que figuraban Manuela Cabero, vicepresidenta de Cruz Roja España, Mercedes Babé, directora de Relaciones Institucionales de Cruz Roja España, y Joaquín Mencos, presidente de Cruz Roja Navarra.
El secretario de la Fundación Jaime Brunet, Francisco Javier Blázquez, ha sido el encargado de dar lectura al fallo del jurado, que destacó la “meritoria labor humanitaria, independiente, neutral e imparcial” que el Comité Internacional de Cruz Roja ha ejercido para proteger a las víctimas en conflictos armados durante 150 años. El Comité Internacional de Cruz Roja es una organización neutral e independiente que se esfuerza por prestar protección y asistencia humanitarias a las víctimas de los conflictos armados y de otras situaciones de violencia.
El fallo destaca su contribución a “la construcción de un mundo más humano, solidario y justo” a través de las diferentes acciones, como su promoción del respeto al Derecho Internacional Humanitario, reflejado en los Convenios de Ginebra, y el impulso de acuerdos de prohibición de uso, fabricación y almacenamiento de minas antipersonales y bombas de racimo.
Por otra parte, el jurado pone de relieve que el Comité Internacional de Cruz Roja visita a las personas detenidas en situaciones de violencia “velando por su respeto a de su dignidad y humanidad”. Al respecto, también destaca que esta organización trabaja por el respeto a la población civil; se encarga de restablecer el contacto entre las víctimas de conflictos bélicos y sus familias; posibilita la liberación de personas detenidas; y apoya la erradicación de los niños soldado.
Carla Haddad Mardini ha recibido un diploma acreditativo y una reproducción de la escultura que Jorge Oteiza realizó en homenaje a Francisco Javier Sáenz de Oiza, arquitecto del Campus de Arrosadia, y que se encuentra instalada junto al Aulario y la Biblioteca.
Seminario sobre conflictos armados con estudiantes de Derecho
Carla Haddad Mardini ha aprovechado su estancia en la Universidad Pública de Navarra para impartir un seminario sobre el trabajo humanitario y los desafíos en los conflictos armados en el que han participado estudiantes del Grado de Derecho. Este acto se ha celebrado a las 9.30 horas en la Sala de Juntas del edificio de Administración y Gestión y ha sido presentado por la vicerrectora de Proyección Universitaria, Eloísa Ramírez.
De nacionalidad suiza y libanesa, Carla Haddad Mardini es licenciada en Filosofía y Ciencias Políticas por la Universidad Americana de Beirut, máster en Literatura Comparada de la Universidad de Dartmouth (EEUU) y máster en Relaciones Internacionales centradas en la Mediación Internacional y la Resolución de Conflictos por la Escuela Fletcher de Derecho y Diplomacia de la Universidad Tufts (EEUU). Ha ocupado diferentes cargos en Cruz Roja en Oriente Medio y África y, desde abril de este año, es jefa de División de Recursos Externos del Comité Internacional de Cruz Roja, con sede en Ginebra (Suiza). Antes de la celebración del acto de entrega del premio, Carla Haddad Mardini y el embajador de Suiza en España, Thomas Kolly, han firmado en el libro de oro de la Universidad Pública de Navarra en presencia del rector, Julio Lafuente.
La Fundación y el Premio Jaime Brunet
La Fundación Jaime Brunet es una fundación cultural privada, de interés social y carácter permanente, cuyos fines son el fomento del respeto a la dignidad humana, a las libertades fundamentales y a los derechos humanos, así como la erradicación de situaciones y tratos inhumanos o degradantes. La Fundación promociona actividades dirigidas a tal objeto y estudios relacionados con el respeto a tales valores.
En concreto, y entre otras actividades, convoca el premio Jaime Brunet Romero con el fin de distinguir bien un trabajo científico; bien un trabajo literario o audiovisual; bien una trayectoria de una persona o institución que haya destacado en la promoción de los derechos humanos. En total, la fundación ha concedido desde 1998 trece Premios Internacionales Jaime Brunet. El último, a la ONG Brigadas Internacionales de Paz.
Jaime Brunet Romero nació en Bayona (Francia) el 20 de julio de 1926 y falleció el 4 de enero de 1992 en San Sebastián (Guipúzcoa). Nacido en el seno de una familia de emprendedores catalanes que se había asentado en el siglo XVIII en Guipúzcoa (donde desarrollaron una importante actividad industrial), fue educado con un talante liberal y crítico con la época que le tocó vivir. Fue encaminado a la carrera de Derecho por su padre, Jaime Brunet Goitia, jefe local del partido republicano que llegó a ser teniente de alcalde del Ayuntamiento de San Sebastián, donde ya habían ocupado la alcaldía su abuelo y bisabuelo. Cursó sus estudios en la Universidad de Valladolid, en la que ejerció por un tiempo como profesor ayudante.
Su afición destacada por la lectura se acompañó por el interés de aprender idiomas, con los que pudo desenvolverse con facilidad en sus numerosos viajes, que le llevaron, a pesar de las dificultades de su tiempo, a recorrer más de treinta países. En estos viajes, según confesaba, captó y comprendió cuánta discriminación y violencia, cuánto abuso de los poderosos sobre los débiles existen aún en nuestro siglo, y con qué facilidad se conculcan diariamente los derechos más elementales de la persona humana.
En los últimos años de su vida, su sensibilidad por la situación de los derechos humanos y la defensa de la libertad del ciudadano (también ante los abusos de la Administración pública) se convirtieron en su constante preocupación. Al no tener descendencia directa, y movido por sus sentimientos que le rebelaban contra las actuaciones injustas, decidió legar su fortuna para crear a su fallecimiento la fundación que, con su nombre, se dedicara a divulgar los derechos humanos y a premiar a quienes, por su trabajo en defensa de ellos, se hicieran merecedores de este reconocimiento. De este modo, se creó la Fundación Jaime Brunet Romero, con residencia en la Universidad Pública de Navarra, según su voluntad testamentaria.