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zoom De izda a dcha los investigadores Rosa Murillo, Javier Caballero, Primitivo Caballero, Oihane Simón y Delia Muñoz

De izda a dcha los investigadores Rosa Murillo, Javier Caballero, Primitivo Caballero, Oihane Simón y Delia Muñoz

La Universidad Pública de Navarra es uno de los 27 socios europeos del proyecto Biocomes que durante los próximos cuatro años investigará en el desarrollo de agentes biológicos para el control efectivo de plagas y enfermedades en agricultura y silvicultura. En concreto, los investigadores de la UPNA trabajarán en la producción de un bioinsecticida contra la polilla de la patata.

El presupuesto global del proyecto supera los 12 millones de euros, de los que 9 son financiados por la Comisión Europea. El equipo de la Universidad está integrado por Primitivo Caballero, Delia Muñoz, Rosa Murillo, Oihane Simón y Javier Caballero. Forman parte del grupo de investigación “Bioinsecticidas microbianos”, que desarrolla bioinsecticidas basados en los microorganismos y virus que causan enfermedades en los insectos.

Las larvas de la polilla de la patata entran en hojas o tubérculos, donde excavan galerías e inutilizan las patatas para el consumo. Aunque la polilla ataca también a la parte aérea de la planta, los daños más considerables se producen cuando el producto está amontonado en el campo o en los almacenes, ya que las galerías son invadidas posteriormente por hongos y bacterias que pudren las patatas.

El objetivo de los investigadores es desarrollar un bioinsecticida contra esta polilla. Aunque son varias las especies invasivas, el trabajo se basará en un virus de la especie Phthorimaea operculella, que es eficaz contra las especies que causan mayores estragos: P. operculella en todo el mundo; y Tuta solanivora, que llegó a las Islas Canarias, procedente de Venezuela, en el año 2000. Según explica Primitivo Caballero, “Se trata de prevenir que T. solanivora, una especie muy invasiva, se expanda por Europa y produzca graves daños en las cosechas, como ya ha ocurrido en otros países del sur y centro América, donde se ha convertido en la mayor plaga de la patata porque ha desplazado otras especies y se ha quedado con el nicho ecológico”.

Trabajo de campo y selección

zoom Reunión de los socios del proyecto Biocomes

Reunión de los socios del proyecto Biocomes

El control de estas plagas con tratamientos habituales, como los insecticidas químicos, no es la mejor opción cuando se trata de productos de consumo alimentario. Por ello, la Unión Europea apuesta por la alternativa del control biológico. Una larva de polilla infectada con el virus, al morir constituye una nueva fuente de infección porque contamina la superficie vegetal de los cultivos y, otras larvas que se alimenten de esa superficie, pueden infectarse y morir de la misma manera.

En esta fase del trabajo, los investigadores de la UPNA muestrean las zonas de campo y poblaciones silvestres de esas especies para encontrar qué virus les afectan, sus características moleculares y biológicas. “De momento tenemos aislados seis virus que podrían utilizarse como base del bioinsecticida, aunque tendremos que seleccionar el que mejores resultados ofrezca desde el punto de vista de la virulencia, patogenicidad, etc.”

Una vez seleccionado el virus, que constituye la materia activa del bioinsecticida, una empresa especializada debe producirlo a gran escala y desarrollar el producto bioinsecticida que se aplique a las plantaciones de patata.

En el mismo paquete de trabajo de la UPNA participan el Instituto para Control Biológico Julius Kühn-Institut (Darmstadt, Alemania); y las empresas Andermatt Biocontrol AG (Suiza), BIOGARD (Italia) y Hellafarm S.A. (Grecia).

Once productos nuevos

zoom Imagen de patata afectada por la polilla (foto Silvia Rondón)

Imagen de patata afectada por la polilla (foto Silvia Rondón)

El proyecto Biocomes (Biological control agents in agriculture and forestry for effective pest and pathogen control - UE 612713) tiene una duración de cuatro años y está coordinado por Shichting Dienst Landbouwkundig Onderzoek, de Holanda.

El objetivo marcado es crear al menos once nuevos productos de control biológico contra plagas y enfermedades en agricultura, horticultura y silvicultura, alternativos al uso de otros pesticidas. Además, pretende desarrollar dos nuevas técnicas para la producción de nematodos y virus entomopatógenos.

Los diferentes grupos de trabajo en que se divide Biocomes investigarán en las plagas de pulgón, gorgojo, polilla de la col, polilla gitana, polilla de la patata, polilla del tomate y mosca blanca; y en enfermedades como marchitamiento fúngico, podredumbre morena, fusiariosis de la espiga en trigo, oídio y verticilosis,