Francisco Medina Herrera, licenciado en Sociología, ha defendido en la Universidad Pública de Navarra una tesis doctoral en la que analiza el problema del acoso y la violencia escolar en la Enseñanza Secundaria Obligatoria de Navarra. En el trabajo de investigación, se analiza el perfil de los acosadores y se identifican los factores de riesgo que convierten a un alumno en posible víctima. La tesis doctoral de Francisco Medina, que lleva por título “El acoso y la violencia escolar en Navarra en la Educación Secundaria Obligatoria”, ha sido dirigida por Teodoro Hernández de Frutos, profesor de Sociología, y ha obtenido una calificación de apto cum laude.
La investigación es el resultado de una muestra realizada a 732 estudiantes de 19 colegios distribuidos por toda Navarra en la que también se recogen testimonios de varios jefes de estudios de los centros. El estudio se ha centrado en los estudiantes de Secundaria porque es al inicio de este ciclo de enseñanza cuando comienza la entrada a la adolescencia, periodo en el que algunos comportamientos, como la violencia, se expresan a menudo de forma intensificada.
Tal y como explica Medina en su tesis, el acoso escolar es una violencia que se produce en las escuelas entre los propios estudiantes. No sólo hace referencia a los ataques físicos, sino a también a otros comportamientos de hostigamiento e intimidación en los que también cuenta el maltrato verbal y la exclusión social. En el acoso escolar, siempre existe una desigualdad de poder que se prolonga durante un largo periodo de tiempo y de forma recurrente.
La tesis también analiza nuevos fenómenos de acoso escolar surgidos por las nuevas tecnologías, como el ciberbulling, o el papel que juega la sociedad en la creación de valores. En este sentido, Medina destaca que los jóvenes expuestos a la violencia de forma regular tienen más probabilidades de mostrarse agresivos con sus compañeros y de utilizar la violencia como método aceptable para resolver conflictos.
El estudio de investigación identifica igualmente cuáles son las variables que influyen en el acoso escolar, entre las que cita a la familia, la clase social, el entorno residencial, la exposición a los medios de comunicación, la inmigración, el género, la edad o los rasgos físicos.
En cuanto a los medios de comunicación, destaca en especial a la televisión. En este medio, se presentan en numerosas ocasiones modelos de conducta carentes de valores y se justifica socialmente la violencia como medio para conseguir un objetivo, tal y como destaca Francisco Medina en su tesis.
Otro de los factores que tienen influencia es la inmigración. El hecho de que estos alumnos sean diferentes puede provocar ataques xenófobos contra ellos, pero esta situación de inferioridad frente a sus compañeros también puede convertirlos en agresores para dar salida a esa frustración.
Los factores de riesgo
Uno de los objetivos que Francisco Medina se había marcado en este estudio era conocer los factores de riesgo que influyen en estos jóvenes para llegar a convertirse en acosadores, algo que considera esencial para poder elaborar estrategias de prevención. El perfil del acosador es el de un chico, con pocos logros académicos, que tiene un temperamento impulsivo, incapaz de aprender de la experiencia y del castigo, sin sentimiento de culpa, que quiere llamar la atención para ganarse el respeto de los demás y que se apoya en amigos que se suelen comportar de la misma manera.
Los acosadores suelen tener una fuerza física mayor que sus víctimas y se aprovechan de ella para llevar a cabo la intimidación. Muestran un escaso interés por el estudio y no les preocupa que su mal comportamiento pueda afectar a sus calificaciones y a su futuro. Suelen tener antecedentes previos de violencia por su temperamento impulsivo y son incapaces de ponerse en el lugar de los demás por su falta de empatía.
En opinión del autor de este trabajo, el agresor busca ganarse el respeto y el reconocimiento de los demás porque cree que, con su comportamiento, van a conseguir ser más popular y se va a sentir más importante. Además, sus amigos se suelen comportar de forma similar o tienen algún tipo de comportamiento antisocial. El grupo se forma en ocasiones alrededor de procesos de victimización que refuerzan su conducta e identidad propia.
Medina defiende que los adolescentes dan mucha importancia a estar integrado en un grupo de iguales y que, si éste adopta conductas violentas, los miembros se suman como vía para sentirse aceptados.
Por último, la tesis doctoral identifica los factores de riesgo que convierten a un alumno o alumna en víctima de acoso. En cuanto al género, los chicos suelen sufrir más el maltrato que las chicas. La víctima suele mostrar una debilidad aparente u otro tipo de defecto que suponga una diferencia con respecto al resto del grupo y que pueda ser ridiculizada por los agresores.
Las víctimas de acoso también suelen ser buenos estudiantes. Son vistos por algunos compañeros como “pelotas” de los maestros y deciden atormentarlos para que cambien su comportamiento. El estudio también destaca que las víctimas son personas inseguras, que no responden a las agresiones, una debilidad que es explotada por el acosador. Por último, tener una pequeña red de amigos también suele ser determinante para ser víctima de los acosadores, ya que es menos probable que reciban ayuda.
Francisco Medina Herrera es licenciado por la Universidad Pública de Navarra. Ha participado en varios proyectos de investigación realizados por grupos de la UPNA, como “La evolución de la familia en Navarra desde una perspectiva interdisciplinar (siglos XVI –XX)” o “Integración en la sociedad navarra de los inmigrantes escolarizados en la ESO”. También colaboró en la organización del X Congreso Español de Sociología, celebrado en la UPNA en 2010.