Jesús Hernández Aristu, profesor de la Universidad Pública de Navarra, aboga por “una ética del diálogo” para garantizar los derechos sociales en estos momentos de crisis del Estado del Bienestar, a cuyo análisis dedica parte del libro titulado “Trabajo Social en el espacio europeo: teoría y práctica”, que acaba de publicar. La obra, dirigida a estudiantes de los nuevos grados de Trabajo Social y Educación Social y profesionales en la materia, analiza también los aspectos esenciales de las nuevas necesidades sociales y la metodología aplicable a todo tipo de intervención social.
Hernández Aristu aborda en su obra, publicada por la editorial de Madrid Grupo 5, uno de los elementos unidos al trabajo social y a los servicios sociales, como es el del Estado del Bienestar, que aparece, por un lado, como “inconcluso” y, por otro, como “amenazado”. A juicio de este profesor, que pertenece al Departamento de Trabajo Social, “las diversas fuerzas involucradas en la actual crisis deberán regular una ética del diálogo, garantizando así los derechos sociales asumidos en las Constituciones de los Estados democráticos y abandonando la tendencia actual a dejar fuera de toda protección a masas cada vez mayores de población”.
Según Jesús Hernández Aristu, los procesos de deterioro social acabarán “contagiando, afectando y deteriorando a los mismos que los pusieron en marcha”, aunque, mientras tanto, “habrá que pasar un tiempo en que los servicios sociales no tengan demasiado atractivo para los ‘votantes medios’, que prefieren la reducción de impuestos a la solidaridad con los ‘pobres’ usuarios de ellos y tienen más confianza en sus ahorros y seguridades controladas individualmente (confianza en lo privado más que en lo público) que en la distribución por el Estado”.
El peligro de una población empobrecida
Jesús Hernández Aristu, licenciado en Ciencias de la Educación, en la especialidad de Jóvenes y Adultos, por la Universidad de Aquisgrán (Alemania) y doctor en ese mismo campo por la de Deusto, asegura que “los beneficios que emanan del Estado del Bienestar vienen bien a todos”. En este sentido, considera que “una población empobrecida podría llevar a un descontento y deslegitimar al poder y al Estado, lo que traería consecuencias para todos, incluso para los ricos, que tendrán que vivir en algún sitio, no sólo en ‘castillos invisibles”.
El profesor de la Universidad Pública de Navarra señala que, entre “la desesperanza ante la situación de crisis actual y el cinismo que todo lo relativiza”, hay otras razones para movilizar a la sociedad y, en concreto, “la ética del diálogo”, basada en el fundamento del ser humano, como es la capacidad de diálogo, que subyace a otras normas y valores, como “la solidaridad obligada, la caridad o el acuerdo entre intereses”.
Para estudiantes y profesionales
El libro “Trabajo Social en el espacio europeo: teoría y práctica” resulta de interés para alumnos de los nuevos grados adaptados al Espacio Europeo de Educación Superior y para profesionales de ayuda en general (trabajadores sociales, educadores sociales, técnicos, administrativos, gestores, programadores, animadores sociales). En él, Hernández Aristu aborda asimismo la relación entre la historia del pensamiento occidental y su influencia en el trabajo social, y reflexiona en torno al objeto material y formal del trabajo social, que lo sitúan como una ciencia aplicada (“una ciencia de la acción”, se la define en el libro) dentro del catálogo inconcluso de las ciencias humanas y sociales.
Jesús Hernández Aristu, experto en supervisión, orientación, “coaching” y otras formas de asesoramiento social, presenta en sus 500 páginas temas fundamentales como la relación dialéctica ayuda-poder, además del ya citado sobre el Estado del Bienestar, y dedica atención a colectivos y fenómenos de la sociedad actual: la familia, la mujer, las migraciones, las demandas de jóvenes y mayores, la pobreza y la exclusión social.
En su parte final, se adentra en la práctica profesional del trabajo social y expone, entre otros ejemplos, la experiencia de mediación y de gestión de la comunicación llevada a cabo por el Ayuntamiento de Pamplona para el Proyecto Urban entre 2001 y 2006, dirigido a revitalizar el centro histórico y el barrio de la Rochapea de la capital navarra.
La obra concluye con un epílogo en el que Hernández Aristu analiza la supervisión y la tutoría de las prácticas de los estudiantes universitarios.