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zoom Los estudiantes posan con la vicerrectora de Proyección Social y Cultural, Eloísa Ramírez (izquierda) y la coordinadora del programa, Natalia Tajadura (derecha)

Los estudiantes posan con la vicerrectora de Proyección Social y Cultural, Eloísa Ramírez (izquierda) y la coordinadora del programa, Natalia Tajadura (derecha)

Diez estudiantes de la Universidad Pública de Navarra han iniciado un programa de acompañamiento a otros tantos menores que cursan sexto de Educación Primaria en el colegio Público García Galdeano de Pamplona para ofrecerles apoyo y mostrarse como un modelo positivo para ellos. Los y las estudiantes que participan en este proyecto van a ser mentores de chavales de diferentes contextos socioculturales para favorecer su inclusión social y van a realizar con ellos diferentes actividades que propicien una mayor diversidad de sus expectativas y les den la oportunidad de vivir experiencias vitales nuevas.

El programa piloto se puso en marcha este pasado fin de semana con una jornada lúdica en la que los estudiantes universitarios tuvieron el primer contacto con los menores a los que van a acompañar durante todo el curso 2011-12. La jornada, que contó con la asistencia de la vicerrectora de Proyección Social y Cultural, Eloísa Ramírez, incluyó también reuniones de trabajo en las que participaron los padres y las madres de los menores, profesorado del colegio García Galdeano y técnicos de la UPNA.

zoom Imagen del primer encuentro de los mentores con niños del colegio García Galdeano.

Imagen del primer encuentro de los mentores con niños del colegio García Galdeano.

Esta iniciativa lleva por nombre Proyecto Ruiseñor/Urretxindorra Proiektua, ha sido promovida desde la Unidad de Acción Social del Vicerrectorado de Proyección Social y Cultural y cuenta con la colaboración de la Cátedra Unesco de la UPNA y del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra, así como con el apoyo económico de la Fundación La Caixa.

El programa pretende poner en contacto a jóvenes universitarios con niños y niñas de diferentes culturas y contextos sociales partiendo de la base de que la relación entre ambos es una buena oportunidad para nuevas experiencias, habilidades y formas de relación interpersonal. La interacción que se crea entre el alumnado y los menores favorecerá el entendimiento y el respeto a la diversidad en el nuevo contexto social multicultural generado en estos últimos años. Lo que se busca es que la experiencia beneficie los y las menores, sus familias, el centro escolar, el alumnado universitario y la propia Universidad.

Formación y seguimiento

Los estudiantes, seleccionados a través de una convocatoria pública, han recibido formación desde el pasado mes de septiembre en temas relacionados con la diversidad cultural, sobre cómo afrontar diferentes situaciones con los chavales o sobre cómo relacionarse con la familia. En total, han sido casi una veintena de horas de trabajo, en las que los estudiantes han visitado también el colegio y han conocido los recursos de ocio y tiempo libre existentes en el barrio de la Chantrea de Pamplona, en el que está ubicado el centro escolar. Las charlas han sido ofrecidas por profesorado de la UPNA especializado y por técnicos del Departamento de Educación del Gobierno de Navarra.

De los diez estudiantes que participan en el Proyecto Ruiseñor, ocho proceden de titulaciones de la Facultad de Ciencias Humanas y Sociales. En concreto, cinco están estudiando Trabajo Social, dos Magisterio y uno Sociología. Los dos restantes son estudiantes de Ingeniería de Telecomunicación y de Ciencias Empresariales.

Los estudiantes son María Iriarte Munárriz, Raquel Azanza Álvarez, David Urra Grimal, Arantxa Alemán Arrate, Loreto Muruzábal Izurzu, Ximena Murillo Portilla, Irune Elizondo Echeconanea, Jartim Ibáñez Askunce, Javier Ayesa Ruiz y Alayn Echeverría Azcona.

Actividades culturales lúdicas tres horas a la semana

La labor de acompañamiento se llevará durante todo el curso 2011-12 y consistirá en la realización de actividades lúdicas y culturales en el tiempo de ocio de los chavales durante tres horas a la semana y siguiendo una serie de criterios que se supervisarán desde la Universidad.

Las tareas concretas del alumnado mentor serán desarrollar una relación personal con los y las menores con el objetivo de ofrecerles apoyo y convertirse en un modelo positivo para ellos. Ser mentor supone compartir con ellos un tiempo y atención de calidad y realizar actividades que favorezcan una mayor diversidad de expectativas y les den la oportunidad de vivir nuevas experiencias vitales. A la finalización de la actividad, los alumnos elaborarán una memoria evaluativa de su participación. Cada uno de los participantes recibirá una beca de 300 euros que tiene por objeto sufragar los gastos que se generen durante la realización de las actividades.