El catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad Pública de Navarra Ángel García-Sanz ha publicado un trabajo de investigación en el que pone en cuestión que la “Gamazada” fuera un fenómeno exclusivamente navarro y abre nuevas interrogantes sobre el origen de ese nombre. La investigación, que lleva por título “¿Gamazada o Gamazadas? 1893-1894: el contexto de un episodio clave de afirmación navarrista”, se ha publicado en la obra colectiva “Procesos de nacionalización en la España contemporánea”, editado por la Universidad de Salamanca.
Con el nombre de “Gamazada” se conoce a los acontecimientos ocurridos en Navarra en 1893 y 1894 a raíz del intento de Germán Gamazo, ministro de Hacienda, de variar el régimen fiscal de la provincia que estableció la Ley Paccionada de 1841. Este hecho, que fue considerado entonces como un atropello a los fueros, provocó protestas de la Diputación Foral, de los Ayuntamientos, de la prensa y de la población, que mostró su rechazo a través de manifestaciones.
Ángel García-Sanz mantiene en su trabajo que los progresos de la investigación que se han producido en este terreno hacen necesario superar la óptica reduccionista navarra y prestar atención al contexto histórico general en que se produjo: la crisis agrícolas de finales del siglo XIX y las protestas generalizadas contra la política de Gamazo para sanear la Hacienda a través de nuevos impuestos. A ello, se une igualmente un contexto de efervescencia regionalista provocada por los propios planes de Gamazo y el Gobierno.
Sucesos similares en otras regiones
El cátedrático de la UPNA recoge en su investigación distintos sucesos acaecidos en esa misma época en distintos puntos de España como contestación a los proyectos de reformas hacendísticas, administrativas y militares de Gamazo y del Gobierno de Sagasta. Agricultores de Aragón, Cataluña, Valencia, Alicante o Valladolid se alzaron contra esas políticas debido a nuevos tributos, como el que gravaba con 5 céntimos el litro de vino puesto a la venta. Las manifestaciones, al igual que las registradas en Navarra, fueron pacíficas, multitudinarias y organizadas por los sectores más influyentes de cada región.
Otro factor que, en opinión de García-Sanz, resta exclusividad a la explosión fuerista de Navarra es cómo la defensa de los intereses agrícolas se fue ligando a un incremento del movimiento regionalista. Estos sentimientos fueron excitados también por la supresión de capitanías generales, como en Vitoria o La Coruña, lo que provocó contactos entre movimientos regionalistas de Cataluña, Galicia o País Vasco.
La investigación realizada por el catedrático de Historia Contemporánea considera también importante verificar con datos si Gamazo actuó por razones puramente hacendísticas, como en otras partes de España, o también con la intención de acabar con el régimen foral navarro. García-Sanz recuerda al respecto las palabras que Gamazo escribió al diputado a Cortes por Tudela, Martín Enrique Guelbenzu, en las que señalaba que “nada ha estado más lejos de mi ánimo que atentar a la autonomía y a los fueros de ese país”.
De igual forma, señala que, dada la importancia del “antigamacismo” que surgió en toda España, hay que poner en cuestión la importancia de la presión de Navarra en su cese –“como algunos pretenden”-, dado que su sucesor, Amós Salvador, siguió su misma política.
La utilización del término “Gamazada”
El trabajo de investigación también plantea interrogantes sobre la paternidad y uso del término “Gamazada” fuera del ámbito navarro y vasco. En este sentido, García-Sanz cita el libro escrito por Daniel Balaciart en 1894, que lleva por título “La Gamazada: historia encomiástica desde los últimos días de la creación hasta el fin del mundo”. En este libro, Balaciart lanza duras críticas a Germán Gamazo, en cuyo ministerio trabajó como alto cargo en la Dirección de Contribuciones e Impuestos.
También en 1894 el término “Gamazada” se utilizaba en ambientes políticos. Así, algunos cronistas parlamentarios reprodujeron que, a propósito una discusión suscitada por una crisis ministerial, la retirada de un grupo de diputados de la Cámara fue calificada por otro grupo de señorías como “Gamazada”. Ángel García-Sanz cree, por tanto, oportuno indagar sobre el momento en que empezó a utilizarse esta expresión e, incluso, sobre su paternidad.
Ángel García-Sanz es autor de otros trabajos sobre este tema. En concreto, ha publicado las obras “La insurrección fuerista de 1893. Foralismo oficial vesus foralismo popular durante la Gamazada” (Príncipe de Viana, 1988), “La Navarra de la Gamazada y Luis Mogote” (GraphyCems, 1993) y “La Gamazada y el monumento a los fueros de Navarra. Los límites políticos del navarrismo vasquista (1893-1915)”.