La profesora Orreaga Ibarra acaba de publicar, de la mano de la Universidad Pública de Navarra, el libro Nafar euskaldun gazteen ahozko diskurtsoa, una obra que recoge y analiza datos reales sobre el habla de los jóvenes vascoparlantes navarros, sobre todo en su dimensión oral, dentro de su medio social, cultural y antropológico. El libro ha sido presentado hoy en rueda de prensa y, junto a Orreaga Ibarra, ha comparecido también el vicerrector de Investigación Alfonso Carlosena. La edición y publicación de la obra ha corrido a cargo de la Sección de Publicaciones de la Universidad Pública de Navarra y se incluye dentro de la Colección de Ciencias Sociales.
Según ha explicado Orreaga Ibarra, en esta investigación han participado jóvenes de entre 15 y 27 años que dominan la lengua y con total capacidad comunicativa en euskera tanto en el modo oral como en el escrito. Son jóvenes y adolescentes que estudian en el instituto o en la universidad, la mayoría de Pamplona o de su entorno más cercano. Todos ellos han sido escolarizados desde los 3 años en ikastolas o en el modelo D público.
Para recoger las conversaciones, la profesora ha utilizado dos métodos, las entrevistas guiadas, por un lado, y la charla libre, por otro. En este último caso, la fuente son las grabaciones realizadas por los propios jóvenes en conversaciones relajadas y despreocupadas, en el bar, en una tienda o en casa tranquilamente.
En la investigación quedan patentes los cambios que está viviendo el euskera oral. “Como cualquier otra lengua –ha aclarado la autora-, el euskera está en una transformación permanente; más aún hoy día, en que muchos jóvenes estudian desde pequeñitos en euskera. Por otro lado, el castellano y el francés están ahí, ejerciendo una influencia permanente y esto transforma el euskera de forma continua. Además, en cuanto jóvenes que son, desarrollan nuevos modos en euskera para reforzar sus relaciones sociales y la comunicación fáctica entre ellos”.
El libro profundiza, sobre todo, en el léxico y la pragmática del habla de los jóvenes, pero no se olvida de los aspectos morfosintácticos y fonéticos. Y en este análisis se comprueba que se ha producido un cambio significativo en los temas, el léxico, los calcos, las expresiones de asombro, los nexos, etcétera; por tanto, se aprecia claramente que el habla de un joven de hoy día queda muy lejos del euskera de hace un siglo.
Por otro lado, se analiza también el ámbito sociolingüístico: entre otras cuestiones, las opiniones, posturas y conciencia de los jóvenes respecto al euskera, así como otros rasgos de diferentes grupos de jóvenes. Al final del libro se recoge una selección de entrevistas, todas ellas trascritas en su dimensión oral.
Principales conclusiones
A juicio de la autora, la principal conclusión que se puede extraer de esta investigación es que existe en euskera una jerga o unos registros propios de los jóvenes. “A nuestro juicio, la existencia de una jerga es un motivo de riqueza para la lengua en general que confirma la capacidad creativia que se adjudica al lenguaje humano”. Otras conclusiones que destacan son las siguientes: los jóvenes vascohablantes manifiestan que a menudo les falta naturalidad a la hora de hablar y ellos mismos se dan cuenta que a veces construyen el discurso en castellano; el euskera de las nuevas generaciones es cada vez más ecléctico; los jóvenes confirman que escriben mejor de lo que hablan; hay tendencia a pasarse al castellano cuando se quiere expresar firmeza o vivacidad; el cambio lingüístico y la mezcla dialectal son rasgos propios de los dialectos urbanos; cada vez es más clara la hibridación entre el euskera batua y los dialectos; es posible que estemos ante el nacimiento de un nuevo tipo de argot.
A la hora de elaborar este libro, la autora ha tenido que apoyarse en diversas disciplinas. “Por tanto, los especialistas de distintos ámbitos tienen aquí una material de lectura que puede interesar desde el punto de vista de la sociolingüística, la dialectología o a quienes trabajan en el análisis del discuro”, ha precisado.
Orreaga Ibarra (Mezkiritz, 1960) es doctora en Filología Vasca y profesora titular de la Universidad Pública de Navarra. Pertenece al Departamento de Filología y Didáctica de la Lengua. Ha recogido e investigado desde el punto de vista dialectológico las hablas del euskera altonavarro (Ultzama y Basaburua, primero, y valles de Erro y Esteribar, después) y en este terreno se sitúan la mayoría de sus trabajos y artículos. Por otra parte, su labor investigadora se ha desarrollado en áreas como la antroponimia, la toponimia y la sociología de la lengua, y también ha publicado trabajos de carácter divulgativo.