La Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha sido una de las aproximadamente 50 entidades del sector de la microelectrónica (entre empresas y centros de investigación) invitadas por la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño Santamaría, para trabajar en el desarrollo del PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica) de semiconductores y microelectrónica (conocido popularmente como PERTE Chip). El representante de la institución académica fue Antonio López Martín, catedrático de Teoría de la Señal y Comunicaciones e investigador del Instituto de Smart Cities (ISC), que acumula 27 años de experiencia en diseño microelectrónico en España, EEUU y Suiza. Ha desarrollado chips para entidades y empresas como la NASA estadounidense, el grupo británico Meggitt o la multinacional japonesa Seiko Epson. Actualmente, es director del Área de Investigación en el vicerrectorado del mismo nombre.
El primer encuentro con representantes de este medio centenar de entidades se celebró el pasado viernes, 25 de noviembre, en el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital. La reunión estuvo presidida por la propia Nadia Calviño y asistieron también Jaime Martorell Suárez, comisionado especial del PERTE Chip; María González Veracruz, secretaria de Estado de Telecomunicaciones; y Arturo Azcorra Saloña, secretario general de Telecomunicaciones.
Relevancia geoestratégica de la microelectrónica
Los PERTE son un nuevo instrumento de colaboración público-privada en los que participan distintas administraciones públicas, empresas y centros de investigación. Su objetivo es impulsar grandes iniciativas que contribuyan a la transformación de la economía española. El PERTE Chip fue aprobado en Consejo de Ministros en mayo de 2022, para lograr la autonomía estratégica en esta industria y situar a España como un país de referencia en diseño y producción de chips a nivel internacional. Es el más ambicioso de todos los PERTE y buque insignia de la adenda al plan de recuperación del Gobierno, al movilizar una inversión pública total de 12.250 millones de euros hasta 2027 (casi el doble del siguiente PERTE en importancia). Este nivel de inversión es reflejo de la enorme relevancia geoestratégica del sector de la microelectrónica en un contexto de transformación digital de la economía y crisis de suministros. El PERTE Chip se estructura en cuatro ejes: fortalecimiento de la capacidad de I+D+i en el sector, creación de centros de diseño de chips, instalación de fábricas de producción de microchips y dinamización de la demanda de chips mediante el impulso a la fabricación de productos TIC (tecnologías de la información y comunicaciones).
La reunión del viernes pasado se produjo un día después de la aprobación, en el Congreso de los Diputados, de los Presupuestos Generales del Estado para 2023, donde se incluyen más de 1.250 millones de euros para el desarrollo del PERTE Chip. De ellos, 800 millones de euros se transferirán en forma de préstamo a Semys, la empresa pública de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) que gestiona el PERTE Chip, y 450 millones en transferencias para ayudas a empresas, sociedades, entidades públicas, fundaciones y comunidades autónomas. En la reunión, la vicepresidenta anunció que, en el primer semestre de 2023, se lanzarán las primeras convocatorias de ayudas, tras activar previamente consultas para acotar el ámbito de actuación.
La UPNA, referente internacional
Durante la reunión, Antonio López puso en valor el papel de las universidades en el proyecto del PERTE Chip como actores principales en investigación y generación de talento, imprescindibles dada la complejidad técnica del diseño y producción de los microchips modernos que se fabrican a escala nanométrica. López también subrayó la necesidad de aunar esfuerzos entre empresas del sector y administración para retener el talento generado en las universidades, que actualmente sale de España o cambia de actividad en muchos casos por la escasez de oportunidades en el Estado.
“La UPNA desarrolla investigación en diseño microelectrónico desde hace treinta años y es actualmente un referente internacional en diseño de chips de ultra bajo consumo. El diseño de este tipo de chips está adquiriendo gran relevancia dada la transición verde y digital que se ha marcado Europa como objetivo. Esto convierte a la UPNA en una institución muy reconocida en el sector español de microchips y, por tanto, no es una sorpresa que cuenten con nuestra experiencia en la implementación del PERTE Chip”, señala Antonio López. De hecho, fue la UPNA la organizadora hace dos semanas en Pamplona de la última edición del congreso internacional DCIS (Diseño de Circuitos y Sistemas Integrados, por sus siglas en inglés), el principal foro de I+D+i del sector microelectrónico en España desde 1981 y mencionado explícitamente como evento clave del sector en la memoria del PERTE Chip.
“El principal inconveniente del sector microelectrónico estatal es su elevada segmentación y el escaso tamaño de las empresas. Sería necesaria una gran empresa en España con capacidad de producción de chips que traccione el sector”, indica Antonio López. Precisamente, más de las dos terceras partes del PERTE Chip (9.350 millones) están destinadas a la creación de una o varias plantas de producción de chips. Para ello se han iniciado contactos con empresas extranjeras. Así, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, viajó este mes de noviembre a Corea del Sur para visitar las fábricas de Samsung y negociar con esa firma. Le acompañó el comisionado del PERTE Chip Jaime Martorell, quien, por este motivo, se vio obligado a cancelar su participación en el congreso DCIS de Pamplona.
Navarra y las industrias de chips
“La implicación directa del presidente y la vicepresidenta primera en el PERTE Chip y en la captación de inversores extranjeros evidencia el gran interés del Gobierno en este proyecto. De momento —afirma Antonio López—, las dos inversiones extranjeras confirmadas se han centrado en Cataluña. La primera es un laboratorio de diseño de chips en el Centro Nacional de Supercomputación de Barcelona, en el que Intel invertirá 200 millones de euros, a los que el Gobierno sumará la misma cantidad. El segundo es el primer centro de diseño de la multinacional estadounidense Cisco en Europa, con un volumen de inversión aun no difundido. Pese a esta concentración geográfica inicial, es de esperar que haya equidad en la selección de localizaciones en los proyectos estrella: las plantas de producción”.
A juicio de este experto, “pese a su tamaño y la ausencia de empresas de microelectrónica, Navarra está bien posicionada para captar recursos por sus universidades y el tejido industrial usuario de chips”. “Es complicado lograr para la Comunidad Foral una fábrica de producción de chips, dada la fuerte competencia de otras regiones, pero no imposible. Por otro lado, es perfectamente factible que el PERTE Chip ayude a que despeguen en Navarra empresas ‘fabless’ de diseño de chips, que no requieren de inversiones tan elevadas, al externalizar la producción, y para las que existe capital humano adecuadamente formado.”