Javier Alemán Alonso, Doctor en Humanidades y Ciencias Sociales por la Universidad Pública de Navarra (UPNA), ha investigado en su tesis doctoral la situación de la banca ética en España, “algo que hasta la fecha solo ha sido estudiado de forma escasa, parcial y sesgada”, señala. Entre los aspectos relevantes de su investigación, destaca que “todas las entidades de banca ética en nuestro país se distancian de la finalidad básica de la banca tradicional (la búsqueda del máximo beneficio), en la que no se reconocen. Además, todas ellas son entidades altamente solventes que han crecido mucho en capitalización y en clientes justamente en el período de crisis financiera, cuando la banca tradicional fue rescatada por el Estado con dinero público”.
La tesis “Banca ética: clasificación, definición y prácticas bancarias éticas en España” ha sido codirigida por José María Uribe Oyarbide, profesor titular de Antropología Social de la UPNA, y Txetxu Ausín Díez, investigador del Instituto de Filosofía del CSIC, y ha recibido la calificación de sobresaliente “cum laude”.
En su análisis, Javier Alemán explica cómo la irrupción de la crisis financiera de 2007 y sus devastadoras consecuencias hicieron aflorar uno de los fenómenos más novedosos e interesantes de los últimos años, la banca ética. “El primer reto al que nos enfrentamos fue saber qué diferencia a la banca ética de la banca tradicional, ya que comparte con esta los dos criterios clásicos de clasificación: según la propiedad de su capital, encontramos bancos privados, públicos o mixtos; y según las funciones que realizan, hablamos de bancos centrales, de comercio, de crédito, agrícolas, hipotecarios, etc.”
Por ello, en su tesis elaboró un nuevo criterio de clasificación basado en la finalidad que persigue la entidad. “Todos los bancos tienen una finalidad concreta, a veces declarada y a veces oculta, pero que marca indefectiblemente el devenir de sus acciones. Para unos, su finalidad es la creación de moneda y el control de la legalidad (bancos centrales); para otros, la búsqueda del máximo beneficio (bancos tradicionales); y para otros, la redistribución de la riqueza o la equidad en las relaciones económicas (bancos éticos)”.
Asimismo, señala el autor que tampoco hay que confundir la banca ética con otro tipo de instituciones financieras con las que erróneamente se la relaciona, como son los fondos éticos y solidarios, los microcréditos o la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).
Características de la banca ética
La parte empírica de la tesis ha consistido en saber cómo actúan social y financieramente las entidades reconocidas como banca ética en España (Triodos Bank, Fiare Banca Ética, Caixa Ontinyent, Colonya Caixa Pollença, Oikocredit-Euskadi y Coop57). Los bancos éticos —señala Javier Alem-án— se caracterizan por interiorizar una serie de valores y principios recogidos en un código ético que luego deben llevar a la práctica en todas sus actividades financieras. Entre las más importantes, se encuentran el control social de la actividad financiera, una gran transparencia y la ausencia del ánimo de lucro.
En su investigación, Javier Alemán ha creado un instrumento que mide el índice o tasa de eticidad bancaria de un banco en concreto. “He planteado la forma en que debería hacerse el control y la medición ética; algo que, en principio, por su propia naturaleza, no se puede medir. Se trata de una simple fórmula por la cual todas las acciones bancarias son contabilizadas en función de unos principios éticos que cada entidad, voluntaria y previamente, se ha comprometido a cumplir en sus códigos éticos”.
En concreto, lo que se mide es el cumplimiento (y en qué medida) de dichos principios. “Este índice tratar de medir cuantitativamente las acciones cualitativas que realicen (o no) los bancos. Es probable que no se consiga completamente, ya que las Ciencias Sociales no son ciencias exactas, pero lo importante es el hecho de que ya es posible medir de algún modo las acciones éticas, o no, que realizan las entidades bancarias”.
Breve curriculum vitae
Javier Alemán es Licenciado en Antropología Social y Cultural por la UNED (2007). En 2009 obtuvo el Diploma de Estudios Avanzados con el trabajo de investigación “Responsabilidad Social Corporativa en Navarra: El caso de la CAN y su Banca Cívica” en el Departamento de Trabajo Social de la UPNA, institución en la que ha realizado el Doctorado.
Becado con una ayuda Jae-PreDoc en el Instituto de Filosofía del CSIC (2010-2012), ha participado en varios proyectos de investigación; entre ellos, cabe citar “Los límites del principio de precaución en la praxis ético-jurídica contemporánea” (Ministerio de Ciencia e Innovación, FFI2011-24414, entre 2012 y 2014) y “Responsabilidad causal de la comisión por omisión: una dilucidación ético-jurídica de los problemas de la inacción indebida” (Ministerio de Economía y Competitividad, FFI2014-53926-R, entre 2015 y 2017).
Asimismo, ha participado en congresos de ámbito nacional e internacional, ha publicado artículos en revistas nacionales e internacionales y en varios libros y ha realizado colaboraciones en prensa escrita.
Es miembro de la Asociación ATTAC Navarra (Asociación por la Tasación de las Transacciones financieras y por la Acción Ciudadana).