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La Universidad Pública de Navarra (UPNA) forma parte de la “Red española de selvicultura adaptativa al cambio climático (SilvAdapt.net, RED2018-102719-T)”, que reúne a los principales grupos de investigación especializados en gestión forestal de catorce instituciones de todo el país. La citada selvicultura adaptativa es “un tipo de gestión forestal surgida hace más de una década con el fin de adaptar los bosques a las nuevas condiciones ambientales originadas por el cambio climático”. Así la ha definido Antonio D. del Campo García, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia y coordinador del proyecto, que ha participado en un curso de verano “online” en la institución navarra (la 6.ª edición de la Escuela de Verano de Ecología, organizada por el Grupo de Ecología y Medio Ambiente). Los socios de este proyecto trabajan, con ayuda de herramientas como la inteligencia artificial, para mitigar el impacto del cambio climático en los bosques españoles y mejorar su proceso de adaptación.

“El cambio climático causa los mismos impactos negativos ya conocidos desde hace tiempo sobre los bosques, como sequías, incendios, plagas, enfermedades, especies invasoras…, pero a peor”, resumió Antonio D. del Campo durante su ponencia en el curso de verano. No obstante, según este investigador de la Universidad Politécnica de Valencia, “si bien hay una gran certidumbre en ese cambio climático, no está tan claro cómo afecta al territorio y si los bosques serán más o menos resilientes”. “En otras palabras: no hay una transposición directa de los cambios en la precipitación y la temperatura en las modificaciones en la estructura y la función de los ecosistemas forestales, al depender estos de diversos aspectos como la composición y la función de los propios ecosistemas, la estructura de edades, el escenario climático o los aspectos genéticos de los bosques, entre otros”, explicó.

zoom investigador trabajo de campo

El Grupo de Ecología y Medio Ambiente de la UPNA, al que pertenece el investigador David Candel (en la foto), desarrolla su trabajo en diferentes bosques navarros.

Pese a ello, este experto señaló que “existe una capacidad de amortiguación de estos impactos gracias a la selvicultura adaptativa”. “Con este tipo de gestión forestal, una vez identificado el bosque que hay que conservar, se examina cuál es su vulnerabilidad ante el cambio climático y se determina cómo actuar antes de llevar a cabo dicha actuación. Por ello, pueden realizarse tratamientos de resistencia, de resiliencia o de transición”, indicó.

De mantener a cambiar el ecosistema

Los tratamientos de resistencia son “acciones que mejoran la defensa del bosque frente al cambio y las perturbaciones, tratando de mantener las condiciones relativamente inalteradas; los de resiliencia consisten en acciones que persiguen un cierto grado de cambio, pero permiten el retorno a una condición previa después de una perturbación; y los de transición abarcan acciones que posibilitan que los ecosistemas respondan de manera adaptativa a unas condiciones cambiantes y nuevas”. “Básicamente, en una estrategia de transición, se gestiona para cambiar el ecosistema; y, en una de resistencia, se gestiona para mantener ese ecosistema”, apuntó.

Con SilvAdapt.net, la Red Española de Selvicultura Adaptativa al Cambio Climático, los grupos de investigación que la forman buscan generar conocimiento que contribuya al desarrollo de un marco analítico para una gestión forestal adaptativa generalizable a todo el territorio. “En otras palabras, pasar de la información sobre un bosque a la información sobre un territorio, gracias a herramientas como la modelización o la inteligencia artificial, para poder diagnosticar y aconsejar tratamientos de resistencia, resiliencia o transición en función del tipo forestal, el clima...”, describió Antonio D. del Campo. 

Dicha red, que inició su andadura en enero de 2020, está formada por catorce instituciones de investigación de ocho comunidades autónomas, incluida la UPNA, y está financiada por el Ministerio de Ciencia e Innovación. Por parte de la institución navarra, participan en este proyecto varios investigadores del grupo de Ecología y Medio Ambiente. Al final del proyecto (diciembre de 2021), además de contribuciones científicas, está prevista la elaboración de un manual de selvicultura adaptativa al cambio climático y se prevé la continuidad colaborativa de la red establecida.

Investigación en dos bosques navarros

La red reúne experiencias de investigación en diferentes localidades, principalmente, del este y sur de España. En concreto, la UPNA aporta su experiencia con más de veinte años de resultados de investigación en dos bosques naturales mixtos en los Pirineos navarros, cercanos a las localidades de Aspurz y Garde, donde el pino silvestre es la especie dominante y existe un estrato intermedio de hayas. Las parcelas de investigación ubicadas en estos bosques navarros han sido utilizadas en un programa de monitoreo a largo plazo por parte del Grupo de Ecología y Medio Ambiente de la UPNA, con el objetivo de detectar cambios en distintos procesos ecológicos causados por la gestión forestal (crecimiento, circulación de nutrientes, composición florística, ocupación del dosel arbóreo, etc.).

De este modo, David Candel Pérez, investigador del Grupo de Ecología y Medio Ambiente de la UPNA y codirector del curso de verano, indicó “el efecto de las claras y otros tratamientos selvícolas como una herramienta para adaptar los bosques a los efectos del cambio climático sobre el crecimiento y la calidad de la madera”. El intenso trabajo de monitorización y muestreo en estas parcelas permanentes, que este equipo de investigación de la UPNA mantiene desde hace décadas, ha permitido estudiar el funcionamiento y la sostenibilidad del bosque desde una perspectiva ecológica. Además, señaló cómo “la influencia de las sequías y otras condiciones climáticas afectan al crecimiento de los árboles o la calidad de la madera, pero una gestión adecuada puede reducir sus efectos y también las fluctuaciones en la densidad de la madera”.