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zoom Una imagen de la caja-refugio de madera para murciélagos fabricada en la Fundación Ilundáin Haritz-Berri

Una imagen de la caja-refugio de madera para murciélagos fabricada en la Fundación Ilundáin Haritz-Berri

La Universidad Pública de Navarra (UPNA) ha instalado cinco cajas-refugio para murciélagos en el campus de Arrosadia, en Pamplona, en árboles cercanos al río Sadar para controlar la población de mosquitos, ya que estos mamíferos voladores pueden comer más de un millar de estos insectos en una noche. Uno de estos refugios ha sido fabricado en madera por la Fundación Ilundáin Haritz Berri.

Esta iniciativa se incluye en las actividades del III Plan de Universidad Saludable de la UPNA, que, en colaboración con el Instituto de Salud Pública y Laboral del Gobierno de Navarra, desarrolla una cultura organizativa orientada por los valores y los principios asociados al movimiento global de promoción de la salud.

Para maximizar las posibilidades de ocupación, se han instalado tres modelos de cajas: la ya citada de madera; otra, de hierro; y otras tres, de cemento y madera.

El papel de los murciélagos como controladores biológicos de las poblaciones de mosquitos también tiene una repercusión positiva en la salud, como se ha puesto de manifiesto tras la aparición en Europa de nuevas especies de mosquitos o de virus, como el Zika, transmitido por un mosquito. En la agricultura, también se ha demostrado su eficacia depredadora contra algunas plagas. El murciélago, único mamífero volador, está protegido en toda Europa, donde están catalogadas cerca de treinta especies, de las que más de veinte están presentes en Navarra.