De izq. a dcha: Fausto Álvarez y Jon Arretxea (de la explotación Andalorrea de Gartzain, en el valle de Baztán), Javier Zabala y Hasier Azurmendi (veterinarios de la empresa Albaikide), Olaia Urrutia y José Antonio Mendizabal (investigadores del IS-FOOD de la UPNA). En primer término, los terneros “Larrexuri” (hembra) y “Urkizte” (macho).
Investigadores del Instituto de Innovación y Sostenibilidad en la Cadena Agroalimentaria (IS-FOOD) de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y la empresa navarra de servicios veterinarios Albaikide, en colaboración con el embriólogo Jesús Zulategui Eraso, han logrado el nacimiento de los primeros terneros mediante un procedimiento de fecundación “in vitro” desarrollado íntegramente en la Comunidad Foral. Los dos ejemplares, llamados “Larrexuri” y “Urkizte”, vieron la luz en la SAT (Sociedad Agraria de Transformación) Andalorrea, una explotación de ganado lechero de Gartzain (valle del Baztán). Este proyecto ha sido financiado con cargo a las ayudas de I+D del Departamento de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra.
En esta iniciativa, han participado, por parte del IS-FOOD de la UPNA, los investigadores del Grupo de Producción Animal y Calidad y Tecnología de la Carne José Antonio Mendizabal Aizpuru, Beatriz Soret Lafraya y Olaia Urrutia Vera; y, por parte de la firma Albaikide, los veterinarios Hasier Azurmendi Gaztelumendi, Fernando García Jiménez y Javier Zabala Martínez. Como asesor, ha colaborado el ya citado Jesús Zulategui, especialista en vitrificaciones embrionarias.
El proceso “in vitro”
La investigadora de la UPNA Olaia Urrutia, durante el proceso de clonación “in vitro” en el laboratorio.
El origen de este proyecto se remonta a junio de 2016, cuando un percance fortuito supuso el sacrificio de una vaca en la explotación Andalorrea. Los veterinarios de Albaikide extrajeron del cuerpo recién sacrificado los ovarios y los llevaron, en un termo acondicionado, a uno de los laboratorios de la UPNA. Entonces, se inició la producción “in vitro” de los embriones bovinos a cargo de los investigadores de la UPNA, un proceso que duraría nueve días, cuando se vitrificaron a la espera de ser transferidos a un útero receptor.
En concreto, nada más recibir los ovarios de la vaca sacrificada, el equipo de la UPNA extrajo los ovocitos. Se obtuvieron 25, de los que veinte completaron el proceso de maduración de 22 horas hasta quedar preparados para la fertilización, que se realizó añadiendo el volumen de espermatozoides necesario. Durante siete días, se produjo el cultivo de los embriones. Pasado este plazo, se lograron cuatro embriones viables.
A continuación, se vitrificaron los embriones para almacenarlos en nitrógeno líquido hasta que el pasado diciembre se descongelaron en la explotación ganadera de Gartzain. El equipo de veterinarios de Albaikide realizó la transferencia de los cuatro embriones a otras tantas vacas, a las que previamente se les había tratado para modificar su ciclo (sincronización de celos). Ya en enero, una ecografía constató la gestación en dos de ellas. El proceso culminó los días 8 y 10 de este mes de septiembre cuando nacieron los primeros terneros. Los dos ejemplares, macho y hembra, han recibido sus nombres de parajes baztaneses, que escogió Jon Arretxea, ganadero de la explotación Andalorrea.