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zoom El profesor de la UPNA y voluntario de Protección Civil y Cruz Roja Tomás Ballesteros.

El profesor de la UPNA y voluntario de Protección Civil y Cruz Roja Tomás Ballesteros.

La ingeniería aplicada a situaciones de emergencia, como terremotos, huracanes o tsunamis, permite “mejorar la capacidad de gestión y la optimización de recursos”. Así lo aseguró Tomás Ballesteros Egüés, profesor de la Universidad Pública de Navarra (UPNA) y voluntario de Protección Civil y Cruz Roja, durante una conferencia pronunciada con motivo de la novena edición del ciclo de charlas de divulgación científica, organizadas por la institución en el campus de Tudela. La disertación, titulada “Ingeniería en emergencias”, sirvió para descubrir los principales campos de actuación de esta disciplina, que gestiona el agua y el saneamiento, la habitabilidad, las comunicaciones, las infraestructuras y la atención sanitaria, entre otros.

Este experto señaló, durante su disertación, que, ante las catástrofes, durante las que las áreas afectadas se quedan sin gran parte de los servicios básicos, “muchas personas se ofrecen para ayudar, aunque no tienen conocimientos en la materia ni la organización necesaria”. “Aquí es donde se está produciendo un mayor avance en la ingeniería de emergencias, cuyo objetivo no es tanto la construcción técnica como la gestión y la optimización de recursos. Así, por ejemplo, se tiende a la estandarización de medios, a la elaboración de protocolos comunes y a mejoras en la logística y en el análisis de necesidades”, explicó Tomás Ballesteros, profesor del Departamento de Proyectos e Ingeniería Rural.

Los progresos de las telecomunicaciones

Durante la charla, el ponente describió los principales avances en esta materia. “La gestión de las comunicaciones es uno de los campos donde más progresos se han producido —señaló—. El acceso, a través de satélites, a imágenes, comunicaciones telefónicas, internet o bases de datos posibilita que los damnificados puedan comunicarse con sus familiares y así facilitar el agrupamiento, además de impulsar el análisis de necesidades”.

Las telecomunicaciones también se muestran como aliadas de la gestión sanitaria ante una catástrofe. “La posibilidad de montar hospitales de campaña donde los médicos desplazados para atender la emergencia puedan ayudarse de sanitarios de otros lugares a través de las comunicaciones permite una mejor atención, a lo que se suma el propio avance de la atención urgente extrahospitalaria, con nuevos equipos, más pequeños y fiables. Esta área presenta una de las mayores potencialidades, máxime si se suma a la ingeniería biomédica”, indicó Ballesteros, que es formador en el área de emergencias sanitarias y logística de emergencias.

Tomás Ballesteros también describió como la ingeniería de emergencias gestiona áreas como el agua (mediante sistemas de potabilización y análisis y su logística y distribución), el saneamiento (“uno de los campos con mayores potencialidades de expansión, sobre todo, en los residuos, mediante técnicas de minimización del impacto ambiental y el tratamiento de aquellos de carácter peligroso”, apuntó) y la habitabilidad. “En este caso, hay materiales para convertir un polideportivo en instalaciones habitables, con camas, duchas o servicios, y generar unas condiciones mínimas de confort, si bien son soluciones orientadas al corto plazo”, añadió Tomás Ballesteros, quien concluyó su repaso a la ingeniería de emergencias con las actuaciones en infraestructuras, mediante “las técnicas de estabilización de estructuras y la mejora de carreteras y puentes, principalmente, en manos de los ejércitos, lo que facilita el despliegue de los equipos civiles para llegar a tiempo”.