Una de las imágenes de la exposición, un “bobo” de Ochagavía.
La Universidad Pública de Navarra (UPNA), a través de su Unidad de Cultura y Deportes, ha organizado una exposición de ferrotipos de Maider Kuadra bajo el título “Álbum de trajes tradicionales de Euskal Herria” que estará abierta en el edificio de El Sario hasta el próximo 2 de marzo, en horario de lunes a viernes de 9 a 21 horas. Además, la autora impartirá un taller de asistencia libre, denominado “Laboratorio ambulante de fotografía antigua”, sobre la técnica del colodión húmedo, empleada en la muestra. Este último tendrá lugar el jueves 2 de febrero en horario de 12 a 14 horas y de 15.30 a 17.30, en la misma ubicación que la exposición.
En la exposición, mujeres y hombres con atuendos específicos para cada labor del día posan delante de la cámara, alternándose con personajes de los carnavales con el rostro tapado, fantasmas o bandidos surgidos de los relatos mágicos de la cultura rural. Las imágenes están compuestas sobre fondo neutro para que destaquen los detalles de los trajes y de las herramientas tradicionales de nuestra geografía próxima.
El colodión húmedo, técnica empleada
La autora utiliza en la exposición una variante del procedimiento fotográfico denominado colodión húmedo, consistente en aplicar, sobre la superficie de placas de vidrio, una solución viscosa compuesta de nitrato de celulosa, alcohol y éter, para fijar las imágenes producidas por la luz. Esta técnica mejoraba el daguerrotipo desarrollado por Louis Daguerre en 1839, reduciendo los tiempos de exposición de minutos a segundos, pero obligaba a revelar las placas mientras los químicos aún estaban húmedos, por lo que los fotógrafos ambulantes debían ir siempre con un laboratorio portátil. Posteriormente, la imagen negativa que se obtenía se podía copiar en papel impregnado de albúmina, produciendo una imagen positiva.
Las imágenes que conforman este "Álbum de trajes de tradicionales de Euskal Herria" son ferrotipos, una variante de la técnica del colodión húmedo que fue inventada por Adolphe-Alexandre Martin en 1853. En esta técnica, los mismos químicos antes descritos se vertían sobre una fina plancha metálica, consiguiendo así una imagen positiva en unos pocos minutos, aunque se veía invertida.
La intención de Kuadra al recuperar esta técnica antigua es la de evocar un tiempo pasado en el que la fotografía era un objeto preciado que las personas retratadas conservaban cuidadosamente. Con ello, la autora cuestiona el valor de las imágenes actuales, “instantáneas de usar y tirar obtenidas con el teléfono móvil, que no dejarán ningún rastro en el futuro”. Al mismo tiempo, también rinde homenaje a un tema clásico en la historia de la fotografía: las costumbres.