La ingeniera de Telecomunicación Nora Millor Muruzábal (Pamplona, 1983) ha diseñado una nueva herramienta de medida que aporta datos objetivos y cuantificables para mejorar el diagnóstico del síndrome de fragilidad, un conjunto de síntomas que hacen más vulnerables a las personas de edad avanzada. Así lo recoge en su tesis doctoral, leída en la Universidad Pública de Navarra (UPNA), para la que se ha basado en una tecnología novedosa: los sensores inerciales, que ha utilizado en el análisis del movimiento de pacientes.
“Para medir el estado de salud de la población de edad avanzada, los expertos afirman que debe realizarse en términos de función y no de enfermedad. Así, es clave conocer la capacidad funcional previa al desarrollo de discapacidad o de dependencia para poder atenuar sus efectos”, señala Nora Millor, cuya tesis doctoral ha sido dirigida por Marisol Gómez Fernández, profesora del Departamento de Matemáticas, y Mikel Izquierdo Redín, catedrático del Departamento de Ciencias de la Salud.
Millor escogió para su trabajo el síndrome de fragilidad, puesto que “quienes lo padecen, especialmente aquellos de edad más avanzada, tienen un mayor riesgo de empeorar su salud y su estado funcional”. “Se define como síndrome por tratarse de un conjunto de síntomas, que, en este caso, hacen más vulnerable ante cualquier factor a la persona que los presenta—explica—. Hasta ahora, uno de los métodos más utilizados para su diagnóstico es el criterio de Fried, basado en la presencia de tres o más de algunos de estos componentes: lentitud en la marcha, debilidad, pérdida de peso, cansancio y baja actividad física. Así, los sujetos se clasifican como frágiles, si cumplen tres o más criterios; pre-frágiles, si cumplen uno o dos; y sanos, si no cumplen ninguno”.
Sin embargo, el problema de este tipo de valoraciones reside, a juicio de la nueva doctora, en que “no es fácil determinar estos componentes y, además, la experiencia de la persona que realiza el diagnóstico juega un papel importante, por lo que el resultado tiende a ser más cualitativo que cuantitativo”.
Con el objetivo de aportar unas medidas objetivas, Nora Millor ha estudiado el síndrome de fragilidad basándose en una de las pruebas utilizadas en geriatría para medir el estado de los pacientes: el test de 30 segundos de la silla. “Levantarse de una silla es una de las actividades de la vida diaria que presenta un mayor nivel de exigencia mecánica y muscular. Parte de la población de edad más avanzada experimenta serias dificultades para poder realizarlo, por lo que permanecen más tiempo sentados y reducen su capacidad de vivir de manera independiente”, afirma. El citado test se basa en el número de veces que una persona es capaz de levantarse de una silla y sentarse en ella durante los treinta segundos que dura.
Medición con sensores
Nora Millor ha utilizado los sensores inerciales, capaces de proporcionar información sobre cómo se ha realizado un determinado movimiento de manera “no invasiva, portátil y económica”: en concreto, aportan datos sobre la aceleración (la velocidad a la que varía el movimento) y la velocidad angular (lo rápido que se realiza un giro). “No sólo se obtienen datos sobre la cantidad de movimiento, sino también sobre cómo se ha realizado”, apunta Nora Millor, que ha obtenido la calificación de sobresaliente “cum laude”.
Del análisis de las señales proporcionadas por los sensores inerciales, Nora Millor ha definido nuevos parámetros, con los que el personal clínico dispondrá de “una serie de medidas objetivas y cuantificables para realizar sus diagnósticos”. “En un futuro, los resultados podrían introducirse en una herramienta amigable, como una aplicación móvil”, augura Millor.
De hecho, el conocimiento adquirido en esta tesis, así como el de otras investigaciones realizadas por dos grupos de investigación de la UPNA (Biomecánica y fisiología del movimiento-BIOFIM, que dirige el ya citado Mikel Izquierdo, y Álgebra y aplicaciones, a cuyo frente está Luis Miguel Ezquerro Marín, catedrático del Departamento de Matemáticas) ha hecho posible crear la empresa de base tecnológica Movalsys, cuyo objetivo es traducir los movimientos de un paciente en datos objetivos de ayuda al diagnóstico médico.
Breve currículum
Nora Millor Muruzábal colabora actualmente en un proyecto de investigación en la Universidad Pública de Navarra, donde cursó Ingeniería de Telecomunicación y el Máster en Comunicaciones. Además, ha realizado varias estancias de investigación en el extranjero: en dos entidades de la ciudad gala de Grenoble (la empresa STMicroelectronics y el laboratorio TIMC-IMAG, una unidad mixta de investigación del CNRS o Centro Nacional para la Investigación Científica, por sus siglas en francés, y la Universidad Joseph Fourier) y en la Escuela Politécnica Federal de Lausana, en Suiza. Es coautora también de una docena de artículos de investigación publicados en revistas científicas.