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zoom Los socios del proyecto VIVIfrail, antes de la sesión de trabajo.

Los socios del proyecto VIVIfrail, antes de la sesión de trabajo.

La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Pública de Navarra fue ayer el primer punto de encuentro de la estancia en España de los socios del proyecto europeo VIVIfrail, que coordina la UPNA y cuyo objeto es promocionar, en las personas mayores de 70 años, un programa de ejercicio físico que combina el entrenamiento de fuerza, equilibrio y marcha para la prevención de las caídas y de la fragilidad.

El proyecto VIVIfrail tiene una duración de dos años y en él participan los investigadores Mikel Izquierdo (UPNA, España), Leocadio Rodríguez-Mañas (Fundación para la Investigación Biomédica del Hospital de Getafe, España), Andreh Zeyfang (Universidad de Ulm, Alemania), Bruno Vellas (Hospital Universitario de Toulouse, Francia), Roberto Bernabei (Universidad Católica del Sacro Cuore, Italia) y Alan Sinclair (organización Diabetes Frail, Reino Unido).

El proyecto se enmarca en la Estrategia de Promoción de la Salud y Calidad de Vida en la Unión Europea y ha sido uno de los 18 seleccionados entre los más de 400 que concurrieron a la convocatoria europea. Su coordinador es Mikel Izquierdo Redín, catedrático de Fisioterapia de la Universidad Pública de Navarra.

La sesión de ayer estuvo presidida por el vicerrector de Relaciones Internacionales de la UPNA, Javier Casalí Sarasibar, y hoy la delegación visitará el Centro de Estudios, Investigación y Medicina del Deporte y el Complejo Hospitalario de Navarra. El programa concluye el miércoles con una sesión de trabajo en el Hospital de Getafe, en Madrid.

A través del proyecto VIVIfrail, se pretende, entre otras cuestiones, impulsar la actuación y formación de profesionales de fisioterapia, enfermería, geriatría, medicina, atención primaria, entrenadores deportivos, terapeutas ocupacionales y profesionales de la actividad física en general. El plan estratégico contempla una serie de acciones similares en todos los países participantes, partiendo del hecho de que las intervenciones centradas en la actividad física han demostrado su eficacia en retrasar e, incluso, revertir la fragilidad y la discapacidad.

Entre las actuaciones que se prevé desarrollar se encuentran la detección de buenas prácticas y nuevas experiencias en el ámbito de las personas mayores; creación de un protocolo para prescripción de un programa multicomponente de ejercicio físico; promoción de cambios en los hábitos de vida asociados con el ejercicio físico en pacientes frágiles, con riesgo de discapacidad; y desarrollo de aplicaciones tecnológicas, materiales didácticos y herramientas que favorezcan la prescripción de programas de ejercicio físico en esta población.

En ese contexto, se pondrán también en marcha grupos y programas piloto de prescripción de ejercicio físico, y los resultados serán presentados en un congreso internacional que servirá de colofón al proyecto.