Abián Bentor Socorro Leránoz, ingeniero de telecomunicación por la UPNA, ha diseñado en su tesis doctoral biosensores basados en resonancias ópticas, para ser utilizados en aplicaciones médicas como, por ejemplo, la detección de la enfermedad celíaca. Además de conseguir mayor resolución y sensibilidad, en estos dispositivos se emplean materiales mucho más baratos y versátiles que los usados en las tecnologías actuales (principalmente oro y metales nobles), con lo que pueden ser una potencial alternativa en el diseño de sensores biomédicos.
Un biosensor es un instrumento que utiliza moléculas biológicas (biorreceptores) para detectar otras sustancias biológicas o químicas. En esta tesis los biorreceptores han sido unas moléculas biológicas llamadas anticuerpos, que el organismo crea específicamente para luchar contra los antígenos. Un antígeno es una sustancia ajena al cuerpo humano que nuestro sistema inmunológico reconoce como una amenaza y ante la que reacciona produciendo anticuerpos para identificarla y neutralizarla. Además, el biosensor está formado por un sustrato (donde se produce el fenómeno físico que traduce las reacciones biológicas a información inteligible) y la capa de inmovilización, que hace que los anticuerpos queden adheridos al sustrato.
“Una de las particularidades —señala el autor— es que como sustrato utilizamos guía-ondas de sílice, sobre las que generamos determinado tipo de resonancias”. Los biosensores diseñados se basan en el movimiento de la longitud de onda de las resonancias generadas en función de la cantidad de antígenos detectados. “Cuando los anticuerpos se unen a los antígenos hay un cambio mínimo en longitud de onda que nuestros biosensores son capaces de detectar”. Esto es posible gracias a la resolución que consiguen estos biosensores y su sensibilidad, “que permite que conforme se incrementan los enlaces anticuerpo-antígeno podamos ver cuánto se desplazan las resonancias en longitud de onda“.
La tesis lleva por título “Study and design of thin-film-deposited optical biosensing devices based on wavelength detection of resonances” (Estudio y diseño de dispositivos ópticos biosensores, depositados con películas delgadas, basados en detección de longitud de onda de resonancias). Ha sido dirigida por los profesores Ignacio del Villar Fernández y Jesús María Corres Sanz del departamento de Ingeniería Eléctrica y Electrónica de la UPNA, y ha recibido la calificación Sobresaliente cum laude.
Aplicación médica
El trabajo realizado por Abián Socorro está orientado a las aplicaciones médicas. En principio, cuantos más antígenos se detecten en la muestra, más avanzada está la enfermedad. “Eso es lo que veríamos: si estás en un estado inicial o final, tendrás pocos antígenos y pocos anticuerpos, con lo que la resonancia se moverá hacia longitudes de onda cercanas a la de referencia. Si la fase es más avanzada, las concentraciones detectadas serán más altas, con lo que la resonancia cambiará mucho en longitud de onda”, explica.
La tecnología utilizada está basada en modos de pérdidas (LMRs, lossy mode resonances), en la que el Laboratorio de Sensores de la Universidad Pública de Navarra es pionero. “Esta tecnología ha demostrado ser un potencial competidor de la basada en plasmones de resonancia superficial (SPRs, Surface plasmon resonances), que actualmente copa la mayoría de aplicaciones biosensoras”.
Este trabajo trata, en definitiva, de optimizar los parámetros de las guía-ondas ópticas usadas para generar resonancias que proporcionen la máxima resolución y sensibilidad posibles, algo crucial en el campo de los biosensores. Como consecuencia de las investigaciones realizadas se han obtenido dos premios en las conferencias internacionales Trends in Nanotechnology 2012 y Optical Fibre Sensors 2014. En ésta última, el biosensor fue diseñado para detectar la enfermedad celíaca y se logró reducir —en comparación con los valores habituales en el ámbito clínico— la concentración de anticuerpos detectada para diagnosticar esta afección.
Abián Bentor Socorro Leránoz, cursó ingeniería de telecomunicación (2010) y el máster de ingeniería biomédica (2012) en la UPNA, institución en la que trabaja como personal investigador en formación en el Laboratorio de Sensores. Es miembro del Instituto de Investigación Smart Cities (febrero 2015) y doctor en Ingeniería (marzo 2015). Ha realizado cursos de actualización en temas de biomedicina y nanotecnologías aplicadas a la detección de biomoléculas. En el Centro Jerónimo de Ayanz, junto con otras compañeras de proyecto, obtuvieron una patente sobre etiquetas para envases activos, una idea que fue galardonada en 2011 en los premios Crea EIBT, del Gobierno de Navarra, a proyectos tecnológicos. Durante su formación, realizó una estancia de investigación de seis meses en el Armani Research Lab de la University of Southern California (Los Ángeles, EE.UU.). Ha participado en seis proyectos de investigación, 12 artículos en revistas nacionales e internacionales, 11 contribuciones a congresos nacionales e internacionales y 1 capítulo de libro en editorial internacional sobre biosensores de fibra óptica. Además, colabora en diversos blogs y actividades de divulgación científica.