Jon Liberal Huarte, estudiante del IES Ibaialde de Burlada, ha sido el ganador de la fase local de la 51ª Olimpiada Matemática Española, que se disputó el pasado 16 de enero en la Universidad Pública de Navarra. El segundo puesto ha sido para Álvaro Cía Mina, del colegio Padres Reparadores de Puente La Reina, mientras que el tercero se lo ha llevado Sergio David Cía Luvecce, del colegio Escolapios de Pamplona. Los tres representarán a Navarra en la fase nacional, que esta edición se celebrará en Badajoz entre el 19 y el 22 de marzo.
En las pruebas, organizadas por profesores del Departamento de Matemáticas, participaron más de cincuenta jóvenes. Los estudiantes tuvieron que resolver un total de seis problemas de matemáticas, cuyas respuestas han sido evaluadas por un jurado designado por los organizadores de la Olimpiada. Durante la prueba, no se permitió usar calculadora, aunque sí útiles de dibujo, como regla y compás. Esta competición está dirigida a estudiantes de Bachillerato, aunque también pueden participar alumnos de ESO que sean especialmente brillantes en matemáticas
Cabe recordar también que los primeros clasificados de la Fase Nacional podrán formar parte del equipo que representará a España en la 56ª Olimpiada Internacional de Matemáticas, ChiangMai (Tailandia) en el mes de julio de 2015. Asimismo, tendrán la opción de formar parte de la representación española en la Olimpiada Iberoamericana de Matemáticas, que se celebrará en Puerto Rico en noviembre de 2015.
Las Olimpiadas Matemáticas son concursos entre jóvenes estudiantes cuyo objetivo primordial es estimular el estudio de las Matemáticas y el desarrollo de jóvenes talentos en esta ciencia. El concurso consta de tres fases (local o regional, nacional e internacional) con un nivel de dificultad creciente. Para la resolución de los problemas de las diferentes fases, no se requieren conocimientos especiales de matemáticas. Por el contrario, se intenta que, para resolverlos, el alumno deba utilizar capacidad de raciocinio, habilidad para enfrentarse a situaciones nuevas y cierta dosis de ingenio (a veces, la mal llamada “idea feliz”).