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zoom María Errea y Juan Cabasés

María Errea y Juan Cabasés

La doctoranda María Errea, becaria de la UPNA, y el Catedrático Juan Cabasés, director del grupo de investigación en Economía de la Salud, del Departamento de Economía de la Universidad Pública de Navarra, han recibido el premio a la mejor comunicación-póster en el 8º Congreso Mundial de Economía de la Salud celebrado recientemente en Toronto y organizado por la Asociación Internacional de Economía de la Salud. El póster premiado, diseñado por Pablo Errea, muestra los resultados de un estudio del efecto de determinados incentivos sobre la disposición de los individuos a donar sangre y órganos en vida.

Concretamente, María Errea y Juan Cabasés analizan la influencia que pueden tener determinadas intervenciones externas en la decisión de las personas de convertirse en donantes o no. Empíricamente, se observa la relación entre los diferentes tipos de incentivos, monetarios (dinero, deducciones fiscales) y no monetarios (reconocimiento social, la prioridad en la atención sanitaria, la información acerca de las donaciones de sangre, preferencia en listas de espera y análisis de sangre), y la disposición de las personas a donar. La muestra se realizó entre profesores y personal de administración y servicios donantes y no donantes de la propia Universidad Pública de Navarra y miembros de la Asociación de Donantes de sangre de Navarra (ADONA).

En el caso de las donaciones de sangre, los encuestados en general no están de acuerdo con la idea de ofrecer recompensas por las donaciones. Los donantes aceptan mejor, a modo de recompensa, la oferta de análisis de sangre y la posibilidad de alguna deducción fiscal. Por el contrario, los no donantes encuestados son más receptivos a la recompensa económica y al reconocimiento social.

En cuanto a las donaciones de órganos en vida, hay acuerdo en que este tipo de donación debería recibir alguna recompensa, aunque no monetaria. La idea de tener cierta preferencia en la atención sanitaria parece ser un incentivo para personas que tienen dudas acerca de la donación de órganos en vida. Pero un incentivo más claro entre las personas que muestran su disponibilidad a donar órganos en vida es la posibilidad de tener prioridad en las listas de espera en caso de necesitar un trasplante. En las conclusiones del estudio, se observa claramente que las políticas de donación no deberían basarse en recompensas económicas, en el caso de la donación de sangre, sino en otro tipo de incentivos. Pero en el caso de donación de órganos, sí que parece que el dinero podría suponer un aumento de donantes.