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zoom María Espinosa Vea

María Espinosa Vea

María Espinosa Vea, licenciada en Psicopedagogía, ha propuesto un programa específico para alumnos de altas capacidades que, “en el 75% de los casos, les permitiría una mejora sustancial, comparable a un salto al siguiente nivel de ejecución; es decir, mejorará su capacidad de enfrentarse a situaciones y problemas complejos”. La autora de la investigación, que considera necesario incluir formación sistematizada y reglada para este tipo de alumnado, ha contado para su estudio con la participación de dos institutos de Tierra Estella, en los que fueron detectados 10 alumnos de altas capacidades.

Su tesis doctoral, “Detección de alumnos con altas capacidades en ESO y propuesta de un programa educativo para responder a sus características y necesidades psicopedagógicas”, ha sido dirigida por la catedrática Reyes Poveda Fiz, del Departamento de Psicología y Pedagogía de la UPNA, y ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude.

El trabajo de investigación consta de una parte teórica, en la que se revisan los modelos explicativos de la superdotación intelectual, características y necesidades psicopedagógicas de estas personas, y de un estudio empírico, en el que se identificaron alumnos de altas capacidades y se les propuso un programa educativo específico de 15 sesiones para trabajar con cada uno de ellos de la forma más individualizada posible.“El diagnóstico de un alumno de alta capacidad no se puede realizar hasta los 12 años, para evitar las influencias ambientales”, explica la autora de la investigación. En cuanto a las características más comunes de estos alumnos, destaca las siguientes: aprenden con rapidez y tiene capacidad de retención; suelen ser lectores precoces y buenos; manejan mayor cantidad de información, relacionan ideas y conceptos con facilidad; tienen buen dominio del lenguaje; destreza superior para resolver problemas; alta capacidad de concentración en la tarea; comportamiento sumamente creativo tanto en las ideas que expresan como en las actividades que realizan; extensa gama de intereses; son curiosos y preguntones; se apasionan por algún área del conocimiento; suelen tener un alto concepto de sí mismos; se les suele describir como perfeccionistas, autocríticos y perseverantes; suelen mostrar buenas habilidades sociales y el rendimiento escolar suele ser bueno.

Selección de alumnos y programa específico

Dos institutos de Tierra Estella sirvieron de base para la selección de alumnos. En concreto, 175 alumnos de 1º de ESO realizaron una prueba de inteligencia y se seleccionó a quienes obtuvieron un cociente intelectual de 130 o superior, que fueron 9 alumnos. Además, se incluyó un alumno de 3º de ESO previamente detectado como de alta capacidad en su centro.

Una vez seleccionados y con información obtenida tanto de ellos como de sus padres, profesores y compañeros, se realizó un perfil psicopedagógico de cada uno de los 10 alumnos. “Este perfil incluye los resultados de todas las pruebas realizadas con anterioridad: en qué áreas destaca esa persona, los tipos de talento en los que destaca, su nivel de creatividad, habilidades sociales, características que posee de las asociadas a alumnos de altas capacidades, su autoconcepto, etc.”

A partir de ese perfil, se diseñó un programa específico, el PEIPC (Programa Educativo de Intervención en los Procesos Cognitivos), que consta de 15 sesiones para trabajar de la manera más individualizada posible con los alumnos. “Este programa se aplicó fuera del horario escolar. En él, los alumnos trabajan diferentes contenidos: observación, percepción, memoria, razonamiento lógico y matemático, habilidad lingüística, orientación espacial, inteligencia emocional y social, pensamiento crítico y científico, etc. Desarrollan la metacognición, creatividad, habilidades sociales, y entran en contacto con nuevas áreas del conocimiento”.

Mejora sustancial

El pretest y postest realizados indicaron que los alumnos mejoran sustancialmente desde el principio al final de programa. “Extrapolando los datos a otra hipotética población a la que se aplicara el programa PEIPC, éste produciría una mejora en el 75% de los alumnos comparable a un salto al siguiente nivel de ejecución —explica María Espinosa—. Y de ese 75%, un 25% obtendría incluso una mejora por encima de dicho salto”.

La autora de la investigación considera necesario incluir una formación reglada para este tipo de alumnado dentro del sistema educativo. “Nuestro trabajo se ha llevado a cabo fuera del horario lectivo, pero es necesario que las administraciones públicas ofrezcan una educación individualizada que responda a las características psicopedagógicas de alumnos de altas capacidades”, indica.

María Espinosa Vea es diplomada en Magisterio de Educación Primaria por la UPNA, donde fue Premio Fin de Carrera, y Licenciada en Psicopedagogía por la Universidad de Salamanca. Autora de diversos artículos sobre alumnado con altas capacidades y superdotación en revistas del ramo, ha participado también en diferentes seminarios y jornadas de formación. En la actualidad desarrolla su labor como docente en el colegio Doña Mayor de Navarra, en Pamplona.