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Un proyecto desarrollado por el grupo de Ecología y Medio Ambiente de la Universidad Pública de Navarra ha sido destacado por el Observatorio Pirenaico de Cambio Climático (OPCC) como ejemplo de buenas prácticas respecto a la adaptación al cambio climático en los Pirineos. En dicho proyecto, los investigadores han aplicado el modelo FORECAST-Climate —utilizado para simular el manejo forestal— al trabajo de campo que llevan realizando desde hace 22 años en distintas zonas del Pirineo navarro. En concreto, han simulado el crecimiento de los pinos ante dos posibles escenarios de cambio climático: severo o moderado.

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De izquierda a derecha los investigadores J. Bosco Imbert, Juan A. Blanco, Yueh-Hsin Lo y Antonio Yeste en el campus de la UPNA

El grupo de Ecología y Medio Ambiente —liderado por el investigador Juan A. Blanco (adscrito al instituto IMAB de la UPNA)— es el autor del proyecto “Adaptación al cambio climático en pinares pirenaicos: controlando la densidad del rodal según el tipo de clima”. La incertidumbre que genera el cambio climático respecto a las pautas futuras de crecimiento de los pinares puede reducirse con el uso de modelos que simulan los procesos ecológicos y los efectos de las distintas estrategias de gestión forestal. En el citado estudio se simularon los efectos de la gestión forestal para entender la variación de los pinares en función de la precipitación, evapotranspiración e intensificación de la extracción de la madera que pueden afectar a la disponibilidad de nutrientes.

La investigación realizada proponía además diferentes formas de gestión (contextualizada al espacio) que sirvieran para adaptar la silvicultura de Navarra al cambio climático. En ese sentido, Juan A. Blanco señala que “lo que se es espera es una reducción del crecimiento de los árboles en las zonas bajas mientras que crecerán en las zonas altas y esto provocará que se deba reacondicionar la gestión forestal a la nueva realidad de estos bosques”.

En el citado proyecto, que tuvo una duración de dos años, participaron, además de Juan A. Blanco, los investigadores J. Bosco Imbert, Yueh-Hsin Lo, David Candel-Pérez y Federico J. Castillo, y los estudiantes de doctorado Ester González de Andrés y Antonio Yeste.

Esta investigación ha sido una de las buenas prácticas destacadas dentro del proyecto NaturClima, que pretende incrementar la cooperación entre entidades encargadas de la gestión y gobernanza de espacios naturales a ambos lados del Pirineo para proteger, fomentar y mejorar la adaptación de estos espacios al cambio climático.