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zoom De izquierda a derecha, Miguel Ballestero, Sergio Garay e Ignacio Imbuluzqueta, posan con el premio.

De izquierda a derecha, Miguel Ballestero, Sergio Garay e Ignacio Imbuluzqueta, posan con el premio.

Tres estudiantes de Ingeniería Industrial de la Universidad Pública de Navarra recibieron ayer jueves al mediodía en Madrid el premio nacional Saft a la innovación en eficiencia y almacenamiento energético. Se trata de Miguel Ballestero Pérez, Ignacio Imbuluzqueta Moreno y Sergio Garay Pérez, todos ellos de 23 años, que presentaron un proyecto sobre recuperación, almacenamiento y reutilización de energía en ascensores. La entrega de premios tuvo lugar en el Museo de las Ciencias y la Tecnología, y los tres estudiantes de la UPNA recibieron el primer premio en la categoría de grupo, ex aequo con otra propuesta.

El premio, que se dirige a estudiantes de todo el Estado, está organizado por la empresa Saft Baterías S.L. y su objeto es desarrollar propuestas tecnológicas innovadoras que permitan un incremento de la eficiencia y/o de las nuevas aplicaciones de sistemas de baterías para mejorar el almacenamiento de energía. Con esta convocatoria se pretende incentivar a los estudiantes universitarios, especialmente a aquellos que cursan carreras de Ingeniería, Ciencias Físicas, Químicas, o Medio Ambientales, a desarrollar ideas (plasmadas en propuestas con posibilidad de ser aplicadas) que contribuyan a mejorar la calidad y sostenibilidad energéticas.


Ahorro energético en ascensores


El grupo de la UPNA eligió para su proyecto el ascensor, un producto muy extendido en todo el mundo y de uso cotidiano, al objeto de implantar en él un sistema de recuperación y reutilización de energía y conseguir un ahorro energético y económico, así como una reducción de la contaminación derivada de la producción energética.

Su propuesta se basa en transformar la energía potencial gravitatoria que tiene el ascensor en energía eléctrica y almacenarla en baterías para su posterior reutilización en el propio sistema. Para ello decidieron acoplar un generador solidario al eje del motor con la función de generar electricidad en aquellas fases en las que el trabajo del sistema sea negativo (bajar con más de la mitad de la carga nominal o subir con menos de la mitad de la carga nominal).

Existen ya en el mercado diferentes modelos con tecnología de variador regenerativo que generan electricidad aprovechándose de esta circunstancia. La diferencia fundamental entre estos sistemas y el que proponen los tres estudiantes reside en que dichos sistemas devuelven la energía a la red sin un beneficio palpable para el usuario, mientras que su sistema almacena la energía en baterías para reutilizarla después en el propio equipo, con el consiguiente ahorro directo para el usuario.

El proyecto contempla el uso de baterías de litio, cuya principal ventaja es la ausencia de efecto memoria, lo que permite una gran cantidad de ciclos de carga sin perder eficiencia. Con este sistema, se consigue reducir el consumo energético de un ascensor en casi un 70%, frente al 25% que logran los sistemas con variador regenerativo, obteniéndose la misma proporción de ahorro en términos económicos. En términos absolutos, aunque el ahorro energético de un ascensor es de alrededor de 1kW, si se extrapolan estos datos a la gran cantidad de ascensores existentes, el ahorro energético global podría ser mucho mayor.

Otro aspecto importante en la implantación de este proyecto es su posible adaptación a sistemas ya instalados, dado que el mercado de modernización de ascensores es mayor que el de nueva construcción de los mismos. Además del sector de los ascensores, se puede aplicar a casi cualquier elemento que sufra importantes variaciones en su energía mecánica, como grúas, plataformas industriales, robots…