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zoom Peregrinos y peregrinas durante un momento de la cata

Peregrinos y peregrinas durante un momento de la cata

La bodega del Palacio del Condestable se convirtió, los días 21, 23 y 24 de junio, en una Torre de Babel en la que proliferaban las conversaciones en inglés, alemán, italiano, francés y, cómo no, español. A pesar de la confusión, las sonrisas dibujadas en los rostros de los interlocutores mostraban su satisfacción con la actividad en la que participaban: una cata de vino incluida en “Sabores del Camino”, un monográfico organizado por la Universidad Pública de Navarra en colaboración con la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra enmarcado dentro de los X Cursos de Verano de las Universidades Navarras. El curso ofreció una muestra de los sabores de una gastronomía privilegiada y diversa gracias a tres sesiones de cata, la primera a cargo de la bodega Quaderna Vía, en la segunda intervinieron las bodegas Tandem y Pago de Larrainzar y en la última se conocieron los vinos de Nekeas.

La bodega familiar Quaderna Vía, sita en Igúzquiza, abrió las sesiones con la presentación de sus vinos a una veintena de peregrinos. “Nos distinguimos por elaborar tintos de Denominación de Origen Navarra, por nuestra vocación exportadora –más del 90% de su producción se exporta al extranjero– y por nuestra firme apuesta por la agricultura ecológica como medio de cultivo”, explicó Raúl Ripa, socio de la empresa vinícola que dirigió la degustación. Su trabajo como viticultora elaboradora –trabaja de forma exclusiva con una de cultivo propio– le permite controlar todo el proceso de elaboración y obtener, de una misma parcela de viñedo, caldos tan distintos como los que presentó en el Condestable: un vino joven de 2009, un semicrianza de 2008 y un reserva de 2005.

Cada vino, en su momento


Ripa insistió en que en la Comunidad foral no sólo se elaboran rosados excelentes, sino que los tintos van adquiriendo cada vez más prestigio debido a su calidad. “Habéis probado vinos diferentes y de tres añadas distintas; cada uno invita a disfrutarlo en una situación determinada”. Ripa catalogó el primer caldo como un vino que no exige acompañarlo de comida o que resulta el compañero ideal de menús ligeros como pescado blanco, quesos suaves o pasta, mientras que del segundo explicó que se trataba de un vino de consumo diario para platos de todo tipo. Por su parte, el tercero debía acompañar a platos fuertes: carnes, legumbres o quesos fuertes. “En Navarra, si hay una palabra que define el vino que aquí se produce es diversidad. No sucede lo mismo que en otras regiones, que se limitan a producir un único tipo de vino, sino que nos atrevemos con variedades muy diferentes entre sí, potentes y agradables”.
La cata terminó con un brindis por el Camino y por los sabores navarros que acompañarán a los peregrinos en su periplo hacia Santiago.

Dar a conocer otros rincones de Navarra


Además de regalar los sabores y olores de los caldos navarros, este curso pretendía acercar al peregrino localidades que no forman parte de la Ruta Jacobea, por lo que dos excursiones, celebradas los días 22 y 25 de junio, mostraron a los caminantes los tesoros de Elizondo y Sangüesa. La actividad formativa se completó con una exposición fotográfica de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Navarra que se instaló en la segunda planta del propio Palacio del Condestable.