Presentación

La crisis que estamos viviendo está provocando una falla muy profunda de las relaciones económicas y sociales. Las causas que la han provocado no solo tienen que ver con los mercados financieros sino con el modo de funcionamiento global de nuestras sociedades, con el tipo de relación que mantenemos con la naturaleza e incluso con nuestro modo de vida.

Por ello, cuando se dan respuestas parciales o las medidas que se adoptan con la pretensión de salir de ella simplemente se orientan a reforzar el modelo anterior que la produjo, en lugar de solucionarse, se agravan los problemas.

El fracaso de las políticas llamadas de austeridad y la impotencia de los gobiernos para hacer frente a los poderes que las imponen vienen produciendo un deterioro progresivo de las condiciones de vida, aumentos de la desigualdad y nuevos y mayores desequilibrios económicos. Y todo ello debería llevar a pensar que es preciso modificar la orientación de las respuestas y adoptar medidas que impliquen un cambio profundo en las lógicas sociales dominantes, en el reparto del poder y en el modo de vida imperante.